La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) aprobó el mecanismo para la reposición del proceso electoral del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), con base en los términos propuestos por Martín Esparza y su grupo.

En la votación (programada para la semana del 29 de noviembre al 3 de diciembre) sólo podrán participar los 16 mil 400 trabajadores que se mantienen en resistencia (sin cobrar su liquidación) y los 22 mil jubilados.

Es precisamente el grupo de electricistas que no han cobrado su liquidación y un amplio sector de jubilados los que apuntalan el liderazgo de Esparza, por lo que la decisión de la junta allana el camino para que el dirigente contienda –posiblemente en un contexto de planilla única–, sea electo y el gobierno le otorgue la toma de nota (reconocimiento jurídico que le da la potestad de acceder al patrimonio sindical).

No obstante, en los hechos, Martín Esparza y su comité han fungido como dirigentes del SME, es decir, a pesar de que no cuentan con la toma de nota (que les fue negada en el proceso electoral de 2009, impugnado por Alejandro Muñoz) él sigue encabezando el movimiento opositor al cierre de Luz y Fuerza del Centro (LFC), representa a miles de trabajadores que demandan su reinstalación y participa como interlocutor ante la Secretaría de Gobernación.

Con el titular de esta dependencia, Francisco Blake, ha firmado diversas minutas, en las cuales se reconoce que hay un conflicto derivado de la extinción de LFC, organismo que atendía el suministro de energía eléctrica en la zona central del país.

Fue precisamente a partir de la instalación de mesas de alto nivel que el SME aceptó dar por concluida la huelga de hambre que mantuvieron varios de sus integrantes por más de 90 días en el Zócalo capitalino. En ese momento se comentó extraoficialmente que la negociación en Bucareli había sido levantar el ayuno a cambio de la toma de nota.

La especie fue negada de manera especial por el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano, cuya dependencia –así como la JFCA– mantuvo la negativa de conceder legalidad a la elección de 2009.

Incluso, el primero de diciembre pasado la junta anuló la elección y ordenó reponer el proceso.

El diálogo de Esparza con funcionarios de Gobernación continúa. Ayer, ambas dependencias federales emitieron un comunicado conjunto, en el cual reconocen que el avance fue posible, entre otros aspectos, en cumplimiento a los compromisos adoptados en las reuniones de alto nivel efectuadas en la Secretaría de Gobernación.

A casi un año de distancia, la junta dio por buena la propuesta para el proceso electoral (presentada por Eduardo Bobadilla y José Antonio Miranda, secretario de trabajo del comité –no reconocido– de Esparza y apoderado del SME, respectivamente).

Hecho el análisis, se aprueba la propuesta de cuenta, toda vez que ésta cumple en lo posible, jurídica y materialmente, con las disposiciones a que se refiere el capítulo quinto de los estatutos del SME y la Ley Federal del Trabajo, sostiene el documento firmado por el titular de la JFCA, Eduardo Andrade, derivado del expediente CF IV-152/2009, relativo a la demanda de Muñoz.

De acuerdo con las previsiones que se difundieron ayer en el sindicato, Muñoz no volverá a participar porque –afirman– “su interés se concentra en los contratos para echar a andar tres empresas provedoras para la CFE: cables subterráneos, un call center y otra para la construcción de redes”.

La toma de nota sólo serviría para completar el bienio julio 2009-julio 2011, junto con 13 de los 26 integrantes del comité central del SME que toca renovar. Esparza es secretario general de este sindicato desde 2005.