Si los menores viajan solos o con familias indocumentadas son altamente vulnerables: OIT
Los accidentes laborales pueden generarles lesiones graves para el resto de la vida, alerta
Jueves 25 de noviembre de 2010, p. 46
El trabajo infantil es física, mental, social y moralmente perjudicial y dañino para niños, niñas y adolescentes (NNA), que además les obstaculiza su educación y les impide jugar, relacionarse con personas de su misma edad y, sobre todo, los expone a lesiones y accidentes que pueden ser muy graves, no sólo en su niñez, sino para toda su vida.
Lo anterior lo manifestó Victoria Cruz, coordinadora técnica del proyecto Alto al Trabajo Infantil en la Agricultura, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al destacar que se ha establecido que la migración es un factor determinante para la explotación laboral de menores.
Apuntó que tres de las principales causas por las que los infantes son blanco de explotación laboral son: la migración de niños y niñas junto con su padres, sea internacional o internamente; la migración de forma solitaria, cuando son más vulnerables a la explotación sexual, y el abandono por sus padres que han emigrado.
Si bien la migración es un derecho fundamental y puede ser una relación de ganar-ganar para los países de origen y destino (lo que incluye a las familias y sus hijos), también es cierto que hay evidencia de que cuando los niños migran solos, sin preparación y sin la adecuada protección, o como parte de familias indocumentadas, enfrentan una altísima vulnerabilidad al trabajo infantil.
Al inaugurar el Primer Foro Académico-Cultural Migración, Educación y Trabajo Infantil, en la Universidad Pedagógica Nacional, Victoria Cruz dijo que 3.1 por ciento de las personas en el mundo (alrededor de 240 millones) son migrantes internacionales y unos 740 millones son desplazados internos, de los cuales un desproporcionado tercio se encuentra en un rango de 12 a 24 años de edad
.
Asimismo recordó que a escala mundial, 215 millones de menores laboran, de ellos, más de la mitad lo hace en las peores formas de trabajo, como la explotación y prostitución infantil. De acuerdo con cifras oficiales, 3 millones de menores trabajan en México.
Al detallar que es un problema que tiene sus raíces en la pobreza
. Resaltó que si además de la tolerancia social y la falta de cumplimiento de la ley, agregamos factores como la exclusión del sistema escolar o el factor de la migración, el fenómeno se vuelve más complicado y requiere, por tanto, de estrategias complejas para enfrentarlo
.
Agregó que recientemente se reunieron representantes de más de 80 países en La Haya, Holanda, para definir una serie de acciones dirigidas a enfrentar las peores formas de trabajo infantil para 2016, meta que establecieron los países a escala mundial, entre ellos México, y para dar una salida a esta situación es necesario brindar una respuesta a los temas de vulnerabilidad de los niños, niñas y adolescentes frente a la migración.
Al respecto, la especialista abundó que es fundamental que los gobiernos generen políticas públicas y normas relacionadas tanto para la migración de las familias como para la salida de menores solos, especialmente para aquellos que migran por encima de la edad de admisión al empleo, pero que siguen siendo sujetos de protección y cuya vulnerabilidad aumenta con la edad.