Ixtapan de la Sal, Méx., 25 de noviembre. La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Colima interroga a dos integrantes del grupo especial Fuerza de Operaciones y Reacción Inmediata de esa entidad que estarían involucrados en la muerte del médico Mario Eduardo Robles Gil Bernal, reveló aquí un funcionario de esa dependencia que participa en la 24 asamblea de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia que se efectúa en este municipio.

Te puedo decir que hay dos miembros del grupo especial de Fuerza de Operaciones y Reacción Inmediata (de Colima) que rinden declaración ante el Ministerio Público en calidad de presentados, ante la posibilidad de que sean responsables de la muerte de un médico que fue confundido con el presunto autor material del homicidio del ex gobernador (Silverio) Cavazos, dijo a La Jornada el funcionario consultado.

En un principio, la PGJE de Colima señaló que Robles Gil Bernal murió por disparos en la vía pública, por una confusión de policías que el domingo pasado perseguían a los asesinos del ex gobernador Silverio Cavazos Ceballos, cuando en realidad el médico pereció en su casa, cuando agentes de la Fuerza de Operaciones y Reacción Inmediata ingresaron a su propiedad.

El actual mandatario de Colima, Mario Anguiano Moreno, aceptó hace dos días, en entrevista colectiva, que la primera versión que dio a conocer la PGJE del estado era errónea.

El pasado domingo, el procurador de Colima, Arturo Díaz Rivera, afirmó que al menos tres policías confundieron al médico con un sicario, pues se negó a detener el vehículo en que viajaba con su hijo menor de edad en una brecha de la comunidad La Capacha –cercana a la capital del estado–, poco después del asesinato de Silverio Cavazos.

La comunidad médica colimense rechazó esta versión al conocer el testimonio del hijo de Robles Gil Bernal y exigió a las autoridades aclarar la información y hacer una declaración pública.

En respuesta, Anguiano Moreno explicó que tres policías perseguían la camioneta Jeep Patriot en que huyeron los asesinos de Cavazos Ceballos, y cerca de la propiedad del médico abandonaron el vehículo y se introdujeron a casas particulares.

Durante la persecución, los policías brincaron una barda de la propiedad del médico, donde éste estaba regando su jardín. Presa de pánico, al ver a los policías encapuchados, Robles Gil Bernal trató de abordar su vehículo y huir, pero fue atacado por los tres policías.

El gobernador aceptó que los agentes no siguieron los procedimientos y se emitieron reportes erróneos, lo que derivó en una versión distinta a los hechos.