Managua, 27 de noviembre. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, insistió en llamar a su homóloga costarricense Laura Chinchilla a reunirse el fin de semana de manera urgente en cualquier lugar del país vecino para discutir el diferendo por el río San Juan, pero el acercamiento fracasó al suspenderse la reunión de la comisión binacional que abordaría el tema.

Ortega había dicho que estaba listo para viajar a Costa Rica para reunirse el sábado con Chinchilla en un diálogo sin precondiciones para tratar todos los temas que se quisieran poner sobre la mesa, en declaraciones que hizo en un acto oficial en que recibió las cartas credenciales de los embajadores de India y Paraguay.

El embajador nicaragüense en San José, Harold Rivas, confirmó que la cita bilateral programada para el viernes y sábado en Liberia, Costa Rica, finalmente fue cancelada por falta de acuerdo ya que ese país reiteró su reclamo de que sólo podría efectuarse si antes Nicaragua retiraba sus soldados de la zona en disputa, según una resolución de Organización de Estados Americanos (OEA).

Mientras el embajador Rivas dijo que no se sentarían en una binacional con condiciones y menos con observadores de la OEA, el canciller costarricense René Castro acusó a Managua de cometer un ecocidio con la construcción de un canal artificial en el sector fronterizo de isla Calero, de cuya zona de 151 kilómetros ambas naciones dicen poseer soberanía.

El viernes pasado, una misión de la OEA sobrevoló la región en conflicto, luego de que hace dos semanas el organismo aprobó una resolución que llamaba a las partes al diálogo bilateral y el retiro mutuo de tropas o policías. Sin embargo, el gobierno de Ortega rechazó la intervención de la OEA al afirmar que carece de competencia en litigios de este tipo.

El gobierno de Nicaragua está haciendo circular entre el cuerpo diplomático del país, misiones y organismos en el exterior un Libro Blanco para explicar las verdades que Costa Rica oculta en el diferendo fronterizo entre ambas naciones, reveló hoy una fuente oficial en Managua.

La vocera presidencial y coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, confirmó que el canciller Samuel Santos también distribuye el llamado Libro Blanco en una visita por países europeos, y que será presentado ante las delegaciones acreditadas ante la ONU por su representante permanente, la embajadora María Rubiales.

Reiteró que el documento demuestra que Nicaragua en ningún momento invadió territorio extranjero, y que al ser el conflicto con Costa Rica un asunto claramente de límites, éste tiene que dilucidarse en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

Por su parte, el ejército de Nicaragua negó que esté apoyando la formación de grupos irregulares hondureños o enviando armas para desestabilizar al régimen instalado en Tegucigalpa.

El jefe del ejército, general Julio César Avilés, señaló que se trata de acusaciones infundadas y las atribuyó a una presunta conspiración de la que hacen parte Costa Rica, Honduras y Colombia, que pretenden aprovechar el diferendo diplomático nicaragüense-costarricense para golpear a la nación sandinista en un afán por incidir en los litigios territoriales que su gobierno adelanta ante la Corte Internacional de La Haya.