Cuando Convergencia i Unió (CiU) perdió las primeras elecciones catalanas en 2003, la esposa del entonces presidente Jordi Pujol, Marta Ferrusola, declaró: Me siento como si me hubiesen echado de casa. La frase pasó a los anales de la historia política de Cataluña y reflejaba bien los ánimos en las filas de CiU, que abandonaban la Generalitat –gobierno catalán– después de 23 años de presidencia pujolista. Pues bien, de cumplirse los pronósticos, los herederos de Pujol y Ferrusola, liderados por Artur Mas, recuperarán su casa en las elecciones que se celebran este domingo, comicios marcados también por el partido de futbol entre el Barça y el Madrid, que se celebra el lunes.

Todas las encuestas dan a Mas cerca de 40 por ciento de los votos, lo que se traduciría en 62-65 escaños. Esta victoria no le permitirá, sin embargo, alcanzar los 68 parlamentarios que le darían la mayoría absoluta, por lo que tendrá que pactar con algún otro partido para poder gobernar. La mayoría de los analistas apuestan por un pacto con el Partido Popular, con el que CiU espera poder negociar el concierto económico, su mayor promesa electoral.

El concierto económico es un acuerdo que las comunidades del País Vasco y Navarra ya tienen con el Estado y mediante el cual son las propias comunidades las que gestionan el dinero recaudado con los impuestos. Para conseguir dicho acuerdo, CiU calcula que en las elecciones generales de 2012 el Partido Popular (PP) será el ganador y necesitará pactar con alguien para gobernar. Es ahí donde Mas le ofrecería su apoyo a cambio del citado concierto económico. Pero el cálculo de CiU es arriesgado ya que ni es seguro que gane el PP en 2012 ni que después este partido conceda el acuerdo económico a Cataluña.

Mas se ha aprovechado en esta campaña del declive del tripartito, la coalición de gobierno que ha ocupado la Generalitat durante los últimos siete años. Se prevé que los dos socios mayoritarios del tripartito, el Partido Socialista de Cataluña y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), serán severamente castigados hoy.

Los socialistas acusarán haber estado al frente de un gobierno paralizado por la crisis y las disputas con los demás socios de gobierno. Aunque su candidato, el actual presidente José Montilla, ha intentado atraer el voto de la izquierda, ésta le castigará duramente, primero por su inmovilismo ante la crisis, y luego por las medidas neoliberales adoptadas por Rodríguez Zapatero para intentar recuperar la economía. Montilla y su incapacidad comunicativa tampoco ayudan a atraer votos. Ante el público, el candidato socialista es una persona fría y poco empática. Esta semana quedó retratado en un programa de humor de la televisión, en el que la entrevistadora le pidió que pusiese cara de enfado, de tristeza y de alegría. Montilla se esforzó, pero la cara le quedó igual en los tres casos.

Los electores de ERC, por su parte, castigarán a la formación independentista por el abandono de sus ideas soberanistas mientras han estado en el ejercicio del poder, y se dispersarán entre las nuevas formaciones independentistas, dos de las cuales se han alimentado de antiguos pesos pesados de las filas republicanas. Joan Carretero, después de años de disconformidad con la cúpula del partido, ha acabado abandonando ERC y ha creado una nueva formación, Reagrupament, que los sondeos dan pocas posibilidades de conseguir representación parlamentaria.

Del Barça a la política

Oriol Bertran, otro histórico dirigente de ERC, declaró públicamente su apoyo a Solidaritat Catalana, el partido formado por el ex presidente del Barcelona Joan Laporta. Esta formación, cuyo programa se basa en la independencia, es la gran incógnita de estas elecciones, ya que hay encuestas que le dan cuatro parlamentarios y otras que no le dan ni uno.

Más allá de la presencia de Laporta entre los candidatos, el fútbol está siendo uno de los grandes protagonistas de la cita electoral ya que coincide con el clásico de la liga española, Barcelona-Real Madrid, que se juega en la ciudad condal. Hace unas semanas todavía no se sabía cuándo se celebraría el partido, el sábado, el domingo o el lunes, y las especulaciones se dirigían en todos los sentidos. Se decía que si el partido se jugaba en sábado, el resultado del partido condicionaría la votación. Al final se decidió jugar el partido el lunes, algo que también ha generado polémica, pues es la primera vez que un partido de esta magnitud se juega entre semana.

El encuentro también le dará a las elecciones, coinciden los analistas, proyección internacional, ya que todas las retransmisiones internacionales, al explicar el porqué de jugarse en lunes, mencionarán las elecciones y sus resultados.

Entre las demás candidaturas, se puede encontrar de todo, pues son más de 30 los partidos que se presentan a las elecciones. La nota folclórica la pone Carmen de Mairena, popular travesti de 77 años que se presenta como número dos de CORI y entre sus propuestas estrella se pueden encontrar los aeropuertos para ovnis y los follódromos. Sobra decir que los sondeos no le dan posibilidad alguna de conseguir resultado positivo.

En el sentido opuesto encontramos a Plataforma por Cataluña, cuyo líder, Josep Anglada, incluye como primer punto de su programa, y sin ningún afán humorístico, medidas estrictas para la reducción de la inmigración. Anglada, que asegura no ser racista, propone también prohibir la entrada a Cataluña y España de cualquier persona de religión musulmana.

Los sondeos tampoco dan posibilidades a Plataforma por Cataluña, pero indirectamente han propiciado una radicalización de la derecha más recalcitrante del PP. Varios líderes del PP catalán hablaron durante la campaña del peligro de la emigración. De hecho, pusieron en la web, durante unos días, un juego en el que el objetivo era matar inmigrantes por la calle. Ante las críticas, el PP se apresuró a retirar el juego, alegando que los creadores eran ajenos al partido.

Pronostican gran abstención

Otro partido novedoso es el Escons en Blanc (Escaños en Blanco, en catalán), en cuyo programa se puede leer lo siguiente: Tú nos votas y nosotros no ocupamos el escaño ni cobramos ningún sueldo. Y lo mejor de todo es que los otros partidos no ocupan escaño ni cobran ningún sueldo. Y entonces ya veremos de si se preocupan de hacer mejor su trabajo.

Aunque este partido tampoco tiene posibilidades de resultados positivos, el descontento de la ciudadanía es bastante visible, por lo que la abstención será otra de las protagonistas en la jornada electoral. La suma de la abstención y los votos nulos podría rondar el 50 por ciento, lo que según el director de Vilaweb, Vicent Partal, no es más que una señal del profundo cansancio y desilusión de los ciudadanos con el sistema vigente.

Según este periodista, es urgente un cambio del sistema democrático, en el que se dé mayor protagonismo a los mecanismos de democracia directa, como los referendos o las listas abiertas.