Madrid, 2 de diciembre. Tres hombres con capuchas y armados robaron el pasado sábado un camión repleto de obras de arte que permanecía estacionado en un polígono industrial de la periferia de Madrid.

Entre otras, había piezas de gran valor del escultor vasco Eduardo Txillida, el artista malagueño Pablo Picasso, el catalán Antoni Tápies y del colombiano Fernando Botero.

Los ladrones ni siquiera tuvieron que forzar la puerta del vehículo, ya que se encontraron las llaves puestas y sin ninguna vigilancia en las inmediaciones. El valor de las obras supera 5 millones de euros.

No obstante que el robo fue el pasado sábado, apenas se conoció la noticia, una vez que el camión cargado de obras de arte se encontraba en una nave industrial de la localidad de Getafe, donde fue estacionado tras el traslado desde Alemania de las piezas artísticas que habían sido expuestas en aquel país, como parte de las actividades culturales de la entidad financiera y de seguros Axa.

Según la reconstrucción de los hechos realizada por la policía española, los ladrones habrían llegado el sábado pasado, por la mañana, a la nave industrial de la empresa Crisóstomo Transporte –especializada en el traslado de obras de arte–, que tiene en el polígono de Los Olivos, de la ciudad de Getafe, a sólo 35 kilómetros de la capital española.

Los presuntos delincuentes forzaron la puerta de entrada de la bodega, donde se encontraron con decenas de vehículos, pero al parecer fueron directamente al camión que había hecho el traslado de las obras expuestas en Colonia, Alemania.

El hurto no duró más de 10 minutos. Una acción precisa y planeada hasta el último detalle, por lo que la policía sospecha que tenían algún informador o cómplice dentro de la empresa de transportes.

Hurto por encargo

Luego del robo, los ladrones habrían huido en un vehículo y en el propio camión. Éste fue recuperado el pasado martes, ya vacío y a la espera de que la policía descubra alguna pista sobre los responsables de uno de los hurtos de obras de arte más impactantes de los años recientes en España.

La mayoría de las piezas eran del artista y escultor vasco Eduardo Txillida (1924-2002), uno de los exponentes del arte abstracto.

Este creador también fue noticia ayer, una vez que la dirección de su Museo Txillida-Leku anunció en un comunicado que a partir del primero de enero tendría que cerrar las puertas por la grave situación económica que enfrenta, motivada por la ausencia de apoyoa públicos y por los estragos de la crisis financiera y económica internacional.

Precisamente una de las piezas más importantes de la exposición de Axa en Colonia, la cual fue robada, es la escultura titulada Óxido, que pertenecía a la galería madrileña Juan Gris.

Además habría obras de gran formato de Picasso, de Antonio Saura, de Tápies, de Botero y de Julio González, que en su conjunto –y según la estimación de la brigada policial responsable de este tipo de delitos– superan 5 millones de euros de valor en el mercado.

Los policías sospechan que se trata de un robo por encargo, lo que hará todavía más difícil su localización, ya que si es así no es probable que las piezas vuelvan al mercado, sino permanezcan en las viviendas o inmuebles de los coleccionistas que habrían encomendado el hurto.