Un tercer pleito entre los dos se le debe a la afición, dijo el mexicano
“El Pacman no es el mejor, lo tienen en algodones para cuidar su carrera”
Sábado 4 de diciembre de 2010, p. a19
La peor pesadilla de Manny Pacquiao se llama Juan Manuel Márquez. El boxeador mexicano, quien lo enfrentó en dos ocasiones –la primera terminó en un cerrado empate y la segunda en una polémica derrota ante el filipino–, asegura que tanto el Pacman como su promotor Bob Arum no quieren verlo ni en pintura
.
Sin embargo, la duda que enrarece aquellos combates ha gestado una rivalidad genuina entre ambos peleadores y por eso quiere volver a enfrentarlo. Es la pelea que la afición quiere ver, que se le debe al boxeo
, dice el Dinamita.
No todos comparten la certeza de Márquez, pues tanto el filipino, como su promotor, e incluso el presidente del Consejo Mundial de Boxeo, José Sulaimán, aseguran que hay otros oponentes para Manny con mayor cartel en Estados Unidos: Floyd Mayweather Jr, Shane Mosley y André Berto, en ese orden.
Sólo en caso de que no se concrete alguna de esas contiendas, entonces tocaría el turno a Márquez. El último puesto de una fila en la que se formó desde el 8 de mayo de 2004, cuando se midió por primera vez ante Pacquiao.
Márquez no se inquieta. Está acostumbrado –asegura– a subir al cuadrilátero con todo en su contra.
Me ha tocado ir en condición de presa fácil
, ser el underdog de la pelea, es decir, aquel que todos piensan que no tiene probabilidades de victoria.
Así le ocurrió cuando peleó contra el cubano Joel Casamayor y terminó derribándolo en el onceavo asalto. También pasó lo mismo al enfrentar al wélter Floyd Mayweather Jr, aquella noche en la que muchos pensaban que Márquez acabaría en la lona, pero que se decidió hasta el último round.
A mí no me interesa lo que digan Pacquiao, Arum y Sulaimán. Yo sé que lo vencí en las dos ocasiones, aunque en la primera decretaron un empate y en la segunda me dieron la derrota, pero qué absurdo, si esa vez (la última) incluso lo golpee aún más
, afirma.
Actualmente existe la opinión generalizada de que Pacquiao es el mejor peleador del orbe, por sus combates y porque se ha coronado en ocho divisiones distintas, pero Márquez no comparte ese reconocimiento.
Si en realidad fuera el mejor del mundo se enfrentaría sin miedo a alguien que sabe que está en condiciones de darle una buena pelea, alguien con quien ya peleó en dos ocasiones y no ha podido ganarle claramente
.
Si es necesario subir de categoría, Márquez afirma que está dispuesto a arriesgarse. Asegura que de ligero (135 libras) ascendería a wélter (147), aunque está seguro de que ambos se quedarían un par de libras por debajo: Yo estoy dispuesto, pero ni así quieren
.
Ese desdén para volver a enfrentarse y esos pretextos son pruebas –refiere Márquez– de que a Pacquiao le escogen los rivales: Lo han mimado demasiado, lo tienen entre algodones para que no se le vaya a caer la carrera que le han construido
.
El pugilista mexicano recuerda a un par de oponentes a quienes ha vencido recientemente el filipino: Miguel Cotto (2009), quien un año antes había sido apaleado por Antonio Margarito, y precisamente este último el mes pasado, que terminó lesionado de la órbita ocular y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
Fue el segundo combate del tijuanense después de un retiro obligado de casi año y medio, como consecuencia de un castigo por presunta trampa en el vendaje de los puños. Todos –insiste Márquez– son rivales que no ponían en riesgo a Pacquiao.
Manny y Juan Manuel se acercan a la recta final de sus carreras. El filipino ahora es diputado en su país. Si no volvieran a verse frente a frente en un cuadrilátero, el Dinamita asegura que no se iría insatisfecho porque demostró que siempre se sobrepuso a las adversidades.
Pacquiao es quien se quedará con una espina clavada. Él sabe que yo soy su peor pesadilla
.