Mar del Plata, 3 de diciembre. La vigésima Cumbre Iberoamericana fue inaugurada esta noche en Mar del Plata con un llamado a fortalecer la educación a la par de un modelo de crecimiento que permita reducir la desigualdad social, en tanto que los cancilleres y vicecancilleres discutieron informalmente la designación del nuevo secretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).

El canciller de Costa Rica, René Castro, afirmó que algunos países de la Unasur pidieron mediar en el conflicto limítrofe de su país con Nicaragua. Sin embargo, lamentó la ausencia del presidente nicaragüense Daniel Ortega en la Cumbre Iberoamericana, donde se podría tratar el tema.

De hecho, el canciller de Argentina, Héctor Timerman, reconoció que ese diferendo territorial si fue abordado aquí.

En contraste, Ortega respondió desde Managua su rechazo a discutir ese litigio en el balneario argentino, donde el tema central es la educación. Dijo que Costa Rica quiere llevar el diferendo a la cumbre para sentar en el banquillo a Nicaragua, ellos como víctimas y nosotros como agresores, y reiteró que el tema será tratado en la Corte Internacional de Justicia de La Haya del 11 al 13 de enero.

En paralelo con la Cumbre Iberoamericana, los cancilleres del mecanismo discutieron en primera instancia la cuestión del nombramiento de un nuevo secretario general de la Unasur, para remplazar al fallecido ex presidente argentino Néstor Kirchner.

Entre los posibles candidatos que se barajaron destacaron la ex ministra colombiana María Emma Mejía y el ministro venezolano de Energía Alí Rodríguez.

La cumbre –integrada por 19 países latinoamericanos más España, Portugal y Andorra– se lleva a cabo con la ausencia de varios mandatarios que suelen animar los debates internacionales, como el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y los jefes de Estado de Venezuela, Hugo Chávez; de Bolivia, Evo Morales; de Nicaragua, Daniel Ortega, y de Cuba, Raúl Castro.

“El tema que nos convoca, la educación para la inclusión social, no se da per se sino con un modelo de crecimiento económico que genere trabajo para que las familias puedan enviar a sus hijos al colegio”, declaró la presidenta de Argentina, y anfitriona, Cristina Fernández de Kirchner, al inaugurar el cónclave.

Si no nos ocupamos primero de la economía y tenemos un modelo de crecimiento y desarrollo social, nuestra preocupación por la educación sólo va a ser un mero debate discursivo, sostuvo.

Añadió que la crisis de un modelo de funcionamiento de la economía mundial exige una nueva estructura económica, comercial y financiera en donde la asociación de los países esté basada en criterios de cooperación, equilibrio e igualdad.

Fernández de Kirchner recordó que hace cinco años, en Mar del Plata, se rechazó el proyecto del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) impulsado por Washington. ¿Qué hubiera pasado si hubiéramos perdido esa discusión? Nosotros sosteníamos que la región tenía que tener un modelo propio de desarrollo y crecimiento, cuestionó.

El secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, dijo que América Latina debe aprovechar esta gran oportunidad que brinda el contexto internacional, con fuerte demanda de alimentos, energía y minerales.

El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, señaló que en la educación es donde comienza la inclusión y es a través de ésta que construimos sociedades más justas y más democráticas en las que todos, sin excepción, se puedan beneficiar de las oportunidades para tener una vida mejor.

La presidenta argentina ofreció después una cena a sus pares de Iberoamérica y a sus comitivas en el hotel Provincial, rodeado por un fuerte dispositivo de seguridad en el centro del balneario atlántico, que se extenderá hasta la clausura del encuentro, este sábado, con la firma de la Declaración de Mar del Plata.

Los mandatarios debatirán el programa de acción que presentarán los cancilleres, junto con una serie de comunicados especiales sobre las islas Malvinas, el bloqueo de Estados Unidos a Cuba y la defensa de la democracia, y se impulsará la creación de un fondo para Haití, entre otros temas.

Los cancilleres acordaron una cláusula democrática iberoamericana que establece mecanismos políticos de reacción ante asonadas militares que violen el orden constitucional, con el fin de que no se repitan hechos como el golpe de Estado de junio de 2009 en Honduras o el reciente levantamiento policial contra el presidente Rafael Correa en Ecuador.