Sandra Ávila Beltrán, La reina del Pacífico, considerada por el gobierno una de las principales operadoras en el trasiego de droga, fue exonerada de las imputaciones que pesaban en su contra y únicamente permanecerá en la cárcel por el proceso de extradición que enfrenta, en el cual las autoridades mexicanas ya han perdido en dos ocasiones.

El juez Fernando Córdova del Valle estimó que las pruebas, además de insuficientes, no acreditan los elementos de cada uno de los delitos materia de la acusación, ya que con los medios de convicción aportados no se acreditan las circunstancias de tiempo, lugar, modo y ocasión bajo los cuales se le imputa delincuencia organizada y delitos contra la salud. Al igual que Sandra Ávila Beltrán, fue exonerado su compañero sentimental, Juan Diego Espinosa Ramírez, El Tigre, también acusado de liderar el cártel colombiano Norte del Valle.

El impartidor de justicia, con sede en el Reclusorio Norte, informó que dictó sentencia en la causa penal 101/2003, en la que se instruyó proceso a Sandra Ávila Beltrán y Juan Diego Espinosa Ramírez, y determinó absolverlos de la acusación formulada en su contra, toda vez que las pruebas, además de insuficientes, no acreditan los elementos de cada uno de los delitos materia de la acusación.

Ávila Beltrán fue acusada por el Ministerio Público Federal de violación a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada; delitos contra la salud en la modalidad de colaborar en cualquier forma al fomento de delitos contra la salud, y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Espinosa Ramírez también fue señalado como presunto responsable de violación a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y delitos contra la salud en la modalidad de colaborar al fomento de delitos contra salud.

Ayer, el juzgador dictaminó que ambos debían tener una absolución decretada, sin perjuicio de que sigan a disposición de las autoridades con las cuales aún tengan procedimientos pendientes; en el caso de la llamada Reina del Pacífico, está presa a petición del gobierno de Estados Unidos, que solicitó su extradición.

Este caso se inició el 28 de septiembre de 2007, cuando la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal anunció que como resultado de trabajo de inteligencia realizado por la Policía Federal había sido detenida al sur de la ciudad de México, Sandra Ávila Beltrán (...) considerada una de las principales operadoras en el trasiego de droga.

Asimismo, la dependencia señaló: Desde la década de los noventa, esta mujer se encargaba de internar a México la cocaína proveniente de Colombia, y es parte de una familia que por tres generaciones se ha dedicado al narcotráfico; su tío abuelo es Juan José Quintero Payán, quien en enero de 2007 fue extraditado por México a Estados Unidos junto con otros 14 peligrosos delincuentes.

La SSP afirmó en ese entonces: “De acuerdo con las investigaciones de la Policía Federal, la llamada Reina del Pacífico está relacionada con el envío de un millón 475 mil 950 dólares, incautados el 17 de julio de 2002 en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y asegurados a una mujer de nombre Liliana Bustamante Trujillo.

“También se le señala como la responsable de intentar transportar un cargamento de nueve toneladas de cocaína pura encontrados y asegurados en el puerto de Manzanillo, por la Armada de México, en el buque atunero Macel, el 21 de julio de 2002, y valuado en aproximadamente 800 millones de dólares. Sandra Ávila cuenta con diversas órdenes de aprehensión relacionadas con al menos tres averiguaciones previas”.

Ese embarque fue por lo que se le inició el proceso penal, pero los testigos de cargo que utilizó la Procuraduría General de la República no pudieron acreditar que ella estuviera relacionada en ese ilícito.

En tanto, El Tigre fue extraditado a Estados Unidos en 2009; allá fue juzgado por una corte en el estado de Florida y recibió una sentencia de seis años de prisión. Aquí se le juzgó en ausencia y se le exculpó.