La filtración de las declaraciones ministeriales que hizo Sergio Barragán Villarreal, El Grande, a la Procuraduría General de la República (PGR) y la aceptación de la autoridad para que se convirtiera en testigo colaborador han provocado que la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) tenga problemas para encarcelar al ex integrante del cártel Beltrán Leyva, ante la posibilidad de que sea asesinado por sus compañeros de grupo criminal o miembros de otras bandas, revelaron funcionarios del gobierno federal.

Luego de que el pasado sábado vencieron los 80 días de arraigo a los que podía estar sometido, El Grande debió ser ingresado a un penal y puesto a disposición de un juez federal; sin embargo, la PGR lo mantiene en una celda en el llamado centro de mando de la Policía Federal, en la delegación Iztapalapa de la ciudad de México, y bajo custodia de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal.

Barragán Villarreal fue detenido el pasado 12 de septiembre en el fraccionamiento residencial Puerta de Hierro, de la ciudad de Puebla, y de acuerdo con funcionarios de la SIEDO, su traslado a una prisión se realizará en el momento en que la PGR tenga la seguridad de que no estará en riesgo su vida, lo anterior debido a que ha hecho imputaciones que sirvieron para encarcelar a dos ex funcionarios vinculados con la organización Beltrán Leyva –entre ellos el ex secretario de Seguridad Pública de Morelos, Luis Ángel Cabeza de Vaca–, narcotraficantes y funcionarios del círculo cercano de Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, entre otros.

La información obtenida refiere que para evitar que se violara la ley y Barragán Villarreal tuviera que ser dejado en libertad, el Ministerio Público Federal determinó cumplimentar la orden de aprehensión que ya había sido librada en contra de El Grande, y pedir al juez de la causa que le autorizara unos días para encontrar una prisión en la que el narcotraficante pueda estar seguro.

Los datos recabados refieren que el juzgado tercero de distrito con sede en el penal de máxima seguridad de Occidente libró la orden de aprehensión contra Barragán Villarreal por delincuencia organizada, único delito por el que fue acusado por la SIEDO, a fin de que alcance una sentencia baja que podría ser de un máximo de 15 años de cárcel, como parte del acuerdo por el cual El Grande daría información a la PGR y la autoridad lo incluiría en su programa de testigos colaboradores.

Sergio Enrique Villarreal Barragán, El Grande, al ser presentado a los medios de comunicaciónFoto La Jornada

Por tratarse de un testigo cuya vida está en riesgo, la autoridad judicial accedió a que los fiscales de la PGR mantengan al capo del cártel de los hermanos Beltrán Leyva mientras determinan qué centro de reclusión puede ofrecer las condiciones de seguridad requeridas.

Como testigo colaborador, El Grande aseguró que en 2006 departió en una fiesta privada con un senador del Partido Acción Nacional (PAN), reunión en la que supuestamente estuvo Felipe Calderón, cuando era presidente electo.

Asimismo, Villarreal Barragán hizo acusaciones en contra de Luis Ángel Cabeza de Vaca, ex secretario de Seguridad Pública del estado de Morelos, lo que permitió a los fiscales federales antidrogas reaprehender al ex funcionario, el mismo día en que había recobrado su libertad, tras haber ganado un primer litigio a la PGR relacionado con la delincuencia organizada.

Además, El Grande declaró contra el ex director de Despliegue Regional de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Francisco Javier Gómez Meza, y el ex jefe regional de la AFI en el DF, Roberto Sánchez Alpízar, El Yanqui.

También hizo declaraciones contra de Édgar Valdez, La Barbie, quien fue su compañero en el cártel de los hermanos Beltrán Leyva y hoy está sujeto a proceso penal y a una petición de extradición del gobierno de Estados Unidos.

El Grande también dijo a la SIEDO que él se encargó de la logística para asesinar al agente federal Édgar Millán Gómez, y planeó, por órdenes de Arturo Beltrán, la ejecución de dos funcionarios de la SSP federal, Luis Cárdenas Palomino y Armando Espinoza de Benito. Al primero porque le habrían pagado una suma de dinero y no se reportó con el cártel, y al segundo porque Beltrán estaba enojado debido a que presuntamente recibía dinero de Joaquín El Chapo Guzmán.

La última declaración hecha por El Grande en su calidad de testigo protegido fue el pasado 24 de noviembre, cuando aseguró que entregó 50 mil dólares al reportero de Proceso Ricardo Ravelo. Esta declaración ministerial fue filtrada la semana pasada a Televisa, empresa que desató una embestida mediática en contra del semanario fundado por Julio Scherer García.