Partidos políticos y grupos de poder económico tienen las manos metidas desde hace muchos años en la elección de los integrantes o consejeros de organismos públicos, a quienes han logrado convertir en servidores de sus intereses particulares, advirtió la presidenta de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, Gloria Ramírez.

El intento del Partido Acción Nacional de imponer en el consejo consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a José Antonio Ortega –personaje ligado a grupos ultraderechistas– demuestra el alto nivel de injerencia que se ha permitido en diversas instituciones, afirmó.

No es que quieran meter las manos a la CNDH, es que ya lo hicieron. Con esta elección nos damos cuenta de que muchos desconocen absolutamente las funciones de un consejero, y que hay grupos conservadores que ya han logrado penetrar a la comisión, agregó.

Es lamentable que siga privando la partidocracia, y que sea la alianza PRI-PAN la que defina a los consejeros. Por un tiempo estos movimientos estuvieron detenidos, pero cuando recomenzaron se eligió a personajes que están en contra de la vida de las mujeres y de su control sobre su sexualidad. Ellos implementan medidas de El Vaticano, no la doctrina de los derechos humanos, afirmó.

La imposición de candidatos que sirven a empresas o partidos impide una representación efectiva de la sociedad civil, revela un desconocimiento absoluto de las funciones de un consejero y favorece a los grupos que impulsan medidas contrarias al Estado laico, añadió.

Debido a que es aspirante al cargo de consejero de la CNDH, Juan Carlos Gutiérrez Contreras, director general de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, se negó a pronunciarse sobre la viabilidad de otro candidato, pero subrayó la importancia de elegir para tal posición a alguien a quien avalen su perfil y trayectoria.

El consejo consultivo ayuda a impulsar una política pública clara en materia de derechos humanos, y ayuda a la comisión a tener una posición más fuerte donde se requiera. Por eso se necesitan personas críticas que tengan un compromiso activo, entiendan lo que está pasando en el país y no representen una visión partidista, consideró.