Buenos Aires, 11 de diciembre. Fuerzas de la Gendarmería Nacional y la prefectura custodiaban esta noche el Parque Indoamericano, en el sureño barrio de Villa Soldati, donde acampan familias que reclaman viviendas al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y que fueron atacadas ayer por grupos armados derechistas con saldo de cuatro muertos y varios heridos.

Esta noche hubo conatos de incidentes cuando grupos de activistas de izquierda radical, que llegaron a apoyar a las familias del lugar enfrentaron a los gendarmes que cuidan el predio y tenían órdenes de no dejar pasar a nadie para evitar situaciones graves.

Los representantes de las familias les agradecieron su presencia pero rechazaron la posibilidad de que se quedaran en el lugar.

Nosotros pedimos protección. Estamos decididos a permanecer aquí porque buscamos una respuesta. Nosotros no usamos la violencia y fuimos atacados por grupos violentos. Tratamos de disciplinarnos para cuidar a nuestras familias. No queremos que se nos utilice sino que haya solidaridad verdadera dijeron.

El alcalde de la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri, la noche del viernes pidió ayuda al gobierno nacional, después que una jueza porteña tras una solicitud, ordenó el desalojo de las familias el pasado 7 de diciembre, cuando se produjeron los primeros enfrentamientos, que dejaron hasta ahora dos ciudadanos bolivianos y una mujer paraguaya, entre los que piden una vivienda digna asi como varios heridos y detenidos. Aunque trascendió que hay otro muerto.

La policía federal dijo hoy que no habían podido comprobar que hubiera ingresado a un hospital un cuarto muerto. Sin embargo, no aclaró que sucedió con un joven herido que era trasladado en una ambulancia y fue violentamente sacado de la unidad por hombres armados, que según denunció el médico que lo acompañaba lo habían matado.

El episodio es confuso, pero fue filmado por varios camarógrafos y hasta ahora nadie explicar qué pasó con ese joven, que quedó herido en el lugar.

También los grupos armados que se infiltraron entre vecinos que protestaban por la ocupación del predio, y que destruyeron carpas y golpearon e hirieron a varios de los ocupantes, atacaron a periodistas y camarógrafos.

Desde un principio Macri se negó a dialogar con las familias y esta mañana los familiares de los muertos y heridos, acusaron su intransigencia y su violento y racista discurso al tiempo que exigieron una investigación a fondo de los hechos y el castigo a los culpables.

La noche del viernes se realizó una reunión entre funcionarios del gobierno nacional y el capitalino, para analizar la situación, pero como no se avanzó el encuentro se reanudó esta mañana con representantes de las familias que participan en la protesta.

Hasta ahora Macri no ha dado una respuesta concreta.

En tanto se dispuso la ayuda para los que acampan en el predio, así como alimentos y también la protección de la gendarmería nacional.

Ordené a la gendarmería que cerque el lugar para que no haya nuevas entradas de grupos violentos, pero que sí permita todas las salidas y los movimientos de los acampantes, dijo el jefe de gabinete de la nación, Aníbal Fernández, quien confirmó que la administración nacional estudia la posibilidad de entregar tierras para solucionar el problema.

No vamos a regalar nada, vamos a anticipar los terrenos para que se les permita acceder a un financiamiento, dijo el funcionario.

A su vez, los representantes de las familias advirtieron que no queremos regalos, sino una vivienda digna que podamos construir y que se nos den financiamientos posibles y con justicia, durante una conferencia de prensa en la casa de gobierno.

Fernández reiteró que el gobierno nacional apoyará judicial, técnica y científicamente a los habitantes del predio para dar con los responsables de los asesinatos cometidos. También dijo que se separará de sus cargos y se castigará a los policías que hubieran ejercido violencia.

Las grabaciones ya demostraron que un hombre con un arma en la mano, amenazando a las familias que acampan en el predio, es un empleado de la municipalidad porteña.

Los jefes de gendarmería a su vez dijeron que la orden (del ejecutivo) es preservar la vida y la seguridad de las personas que se encuentran en el lugar y que permanecerán allí hasta que el Ejecutivo decida.