Si las autoridades agrícolas no frenan la especulación de las grandes empresas trasnacionales con los granos básicos –sobre todo el maíz–, tarde o temprano la tortilla volverá a subir de precio, en una situación recurrente que provocará descontento en todo el país, advirtió Raúl Pérez Bedolla, secretario de organización de la Alianza Campesina del Noroeste (Alcano).

Aplaudimos la postura de la Secretaría de Economía (SE), de controlar el alza a la tortilla, pero queremos que se haga de forma completa: que controlen a Cargill, Maseca y Gruma, porque no se vale que acaparen el maíz y determinen los precios, señaló.

Estas compañías “son los modernos coyotes del campo. Se aprovechan de rebote del subsidio que le da la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) a los campesinos para que produzcan el grano a precios más bajos”, ya que compran barato el cereal y lo revenden a los molineros a precios mucho más altos.

Dichos intermediarios, afirmó, compran la tonelada de maíz a los productores en un precio no mayor a 2 mil 800 pesos, y lo comercializan con los tortilleros con un incremento de 100 por ciento.

“En la pasada cosecha de verano la tonelada se vendió en mil 800 pesos, es decir, dos pesos por kilo, cuando el precio real de producción es de mil 500 pesos.

“Es coincidente –y yo no creo en las coincidencias– que luego el maíz sube hasta 4 mil pesos por tonelada”, cuando ya está en poder de los acaparadores.

“No tienen razón para especular así con el hambre del mundo; tenemos que ser razonables en la cadena productiva. No puede ser que sólo por guardar y pasear el grano, los intermediarios ganen el doble o el triple.

Si no controlan a estos hambreadores, que quieren hacerse ricos en un mes, el precio de la tortilla va a volver a subir, y al gobierno no le quedará más que subsidiarlo, advirtió.

La carrera alcista en el precio del maíz generaría un riesgo constante de que aumente la tortilla, y ello podría generar un serio descontento social en todo el país, sobre todo en las regiones centro y sur, que son las que más consumen este producto.

El costo de los insumos para la producción del cereal, dijo Pérez Bedolla, también tienen que ver en el fenómeno de inestabilidad de precios.

Cometimos el error de no ser autosuficientes en la producción de semillas, fertilizantes y agroquímicos, y ahora hay que comprarlos en el extranjero, al precio que ordenen las trasnacionales, afirmó.

Pérez Bedolla anunció que el próximo 21 de diciembre se reunirán las organizaciones integrantes del Consejo Agrario Permanente con el titular de la Secretaría de Economía, Bruno Ferrari, para presentarle sus demandas.