Lunes 20 de diciembre de 2010, p. 33
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas inició una sesión de emergencia para intentar disminuir las tensiones en la península coreana, pero las cinco potencias con poder de veto se encuentran divididas sobre cómo actuar para evitar una confrontación entre las dos Coreas. Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia –junto con Japón–, demandan culpar a Corea del Norte por la crisis, mientras China y Rusia exhortan a ambas partes a evitar actos que profundicen la crisis. Un borrador ruso insta al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a enviar un delegado especial a Seúl y a Pyongyang para buscar una solución pacífica, y reclama que la declaración final pida a ambas partes que ejerciten una máxima contención
. Seúl, por lo pronto, confirmó que sus ejercicios militares, con fuego real, se realizarán este lunes, pese a la amenaza de Pyongyang de lanzar un nuevo ataque contra Corea del Sur si lleva a cabo sus maniobras en Yeonpyeong. Corea del Norte disputa la frontera del mar Anarrillo, y reclama las aguas en torno a dicha isla como parte de su territorio marítimo. Este domingo, las fuerzas armadas de Pyongyang elevaron el nivel de alarma a sus unidades de artillería apostadas en su costa occidental, según fuentes de Seúl.