El órgano de inteligencia crea una Fuerza de Tareas, cuyo acrónimo también es What the fuck
La WTF analizará las consecuencias de las filtraciones en el reclutamiento de informantes
Jueves 23 de diciembre de 2010, p. 30
Washington, 22 de diciembre. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha creado un grupo de trabajo que evaluará las consecuencias de la divulgación de miles de documentos diplomáticos del Departamento de Estado hecha por Wikileaks, anunciaron este miér- coles diversas fuentes.
Aunque la CIA ha sufrido golpes mínimos en las revelaciones de cables diplomáticos hecha en el sitio fundado por Julian Assange, se creó la Fuerza de Tareas de Wikileaks (que en inglés se identifica con las siglas WTF, acrónimo de la expresión What the fuck, que puede traducirse como Qué chingados), ya que existe una creciente preocupación por el daño a largo plazo que el escándalo pueda ocasionar en los círculos diplomáticos etadunidenses y su credibilidad.
El director de la CIA, Leon Panetta, ha pedido al grupo de trabajo que investigue si las últimas revelaciones de documentos pueden afectar las relaciones de la agencia o sus operaciones en el extranjero
, explicó George Little, un portavoz del centro de inteligencia, confirmando así una información del diario Washington Post.
Agregó que el organismo estadunidense de inteligencia quiere evaluar sus posibles consecuencias, sobre todo por el reclutamiento de futuros informantes, que podrían temer que sus indagaciones salgan a la luz.
Por ello, el grupo de trabajo, dirigido por el servicio contra el espionaje de la CIA, recopilará todos los documentos –la gran mayoría confidenciales– publicados por Wikileaks en las últimas semanas, de acuerdo con una fuente que pidió el anonimato.
La filtración de textos de la diplomacia estadunidense podría servir para que el gobierno estadunidense restrinja más su política de compartir informes confidenciales, según la fuente.
Existe también el temor de que hacia el exterior crezca la imagen de Estados Unidos como una nación que invierte enormes cantidades en inteligencia y seguridad, y es incapaz de proteger sus propios secretos.
La labor de la Fuerza de Tareas tratará también de determinar si el procedimiento de reclutamiento de informantes debe cambiar en la CIA y otras instancias, pues a la luz de los hechos, el compromiso, la paga y la convicción no parecen ser ya suficientes para garantizar lealtad y discreción.
Una parte de los documentos difundidos por la organización pertenecen al servidor SIPRNet (Secret Internet Protocol Router Network), una red que permite a los departamentos del gobierno de Estados Unidos compartir mejor sus informaciones.
Bradley Manning, un joven soldado estadunidense que permanece detenido, es sospechoso de haber entregado los archivos a Wikileaks, ya que, como analista, tenía acceso al servidor. Según el Washington Post, la CIA rechazó en 2008 aumentar su participación en la red SIPRNet, debido a su afán por no compartir sus secretos.
Según el diario, veteranos de la agencia de inteligencia sienten que el escándalo Wikileaks les dio la razón al negarse a compartir más información por SIPRNet, como sí lo hizo el Pentágono, por ejemplo. Un ex funcionario explica: simplemente no quisimos hacerlo. El consenso fue que, potencialmente, serían muchas las personas que tendrían acceso a nuestra información
.
Eso fue lo que ocurrió con Manning, quien está acusado de filtrar numerosos documentos al portal de Assange con un simple teclazo.
De hecho, dentro de la CIA hay funcionarios que llevan años advirtiendo del riesgo de de trasladar información impresa a archivos digitales. “Esto implica una vulnerabilidad terrible. Nadie puede cargar tantos papeles como para hacer lo que Wikileaks ha hecho”, señaló otra fuente de la CIA.