Viernes 31 de diciembre de 2010, p. 3
El sector público es el nuevo negocio, enfocado ahora al mercado de la educación
, que siempre ha sido lucrativo para proveedores de libros de texto y servicios de todo tipo, pero ahora, junto con las reformas, se producen nuevas oportunidades. Con énfasis en los exámenes estandarizados y evaluaciones de las operaciones escolares en decenas de rubros, hay nuevos contratos para los que desarrollan las pruebas y monitorean los sistemas de evaluación, con el uso de nuevas tecnologías informáticas.
Esto crea un nuevo mercado. Con el enfoque en educar para y por el examen, empresas dedicadas a apoyar a estudiantes frente a las pruebas están ganando millones de dólares. De hecho, la empresa Kaplan, que ofrece este tipo de servicios educativos
, es tan lucrativa que ahora es la parte más rentable de su empresa matriz, la Washington Post Company. La matriz del rotativo antes se definía oficialmente como una empresa de medios y educación
, pero ahora es al revés.
Mientras tanto, según revela el Daily News, el Departamento de Educación de Nueva York pagó 21 millones de dólares durante dos años a Champion Learning Center para apoyar a miles de estudiantes de escuelas públicas, y es sólo una de decenas de empresas que se dedican a esto en todo el país.
Por otro lado, además de los ejecutivos de los hedge funds, banqueros y otros financieros, existe una provisión federal poca conocida que permite grandes ganancias para los que financian escuelas charter, reveló el columnista Juan González en el Daily News. El programa New Markets Tax Credit es tan lucrativo, reporta, que un prestamista puede duplicar su inversión en siete años. Tan atractivo es el negocio que JP Morgan Chase anunció que está creando un fondo de más de 300 millones para aprovechar este mercado.
Una escuela no es como un negocio, la metáfora del mercado que está dominando el tema va contra lo más importante de las escuelas. Esta es la tragedia real para los maestros: la educación es como el amor. Lo puedes dar todo y aún tener mucho, puedes compartir todo el conocimiento que tienes y no perder nada, excepto si esto ocurre en un sistema donde una escuela es juzgada contra otra escuela, un aula contra otra aula
, argumenta Ayers, al referirse a todo lo que implica esta idea de competencia
detrás de las reformas actuales.
Tal vez los reformadores
deberían preguntar a los maestros y no a los empresarios sobre la definición de educación. Para algunos es más que preparar a la próxima generación de trabajadores para competir en la economía global, o un negocio. La educación no es preparación para la vida; la educación es la vida misma
, afirmó John Dewey, filósofo de la enseñanza.