Juan José Cazorla tenía 10 meses de edad cuando represores secuestraron a su familia
La búsqueda comenzó en 2000; en Abuelas de Plaza de Mayo no había constancia de su caso
Columnista de La Nación comparecerá en indagatoria sobre centros clandestinos de detención
Miércoles 5 de enero de 2011, p. 15
Buenos Aires, 4 de enero. En una de las historias más conmovedoras de víctimas de la pasada dictadura militar, Juan José Cazorla, de 35 años, hijo de desaparecidos, encontró los restos de su madre, Marcela del Valle Morales, sepultada como NN en el cementerio Norte de la capital de la provincia de Tucumán, en el noroeste del país.
Juan supo que era hijo de desaparecidos en 2007, cuando debido a problemas en sus documentos, ya que había llegado a tener hasta tres apellidos
, y a instancias de su esposa, Ana Díaz, desde el año 2000 decidió conectarse con organismos humanitarios.
En Abuelas de Plaza de Mayo no constaba ningún pedido sobre su posible desaparición, pero se activaron las búsquedas y finalmente le llegaron algunos documentos que comenzaron a dar luz sobre su pasado. Se hizo un examen de ADN para que su sangre quedara en el Banco de Estudios Genéticos.
Con ayuda de vecinos, Abuelas y otros familiares logró enterarse de que su madre había sido secuestrada en 1976 cuando él tenía diez meses de edad.
Entraron en la casa y la sacaron. A mí me dejaron en la cama. Luego fui criado por la familia Cazorla
, relató cuando le comunicaron que mediante las pruebas genéticas se había podido ubicar el cadáver de su madre.
Sólo deseo que sigan apareciendo más hijos, que se vinculen más, que haya más donaciones de sangre para que se hagan estudios de ADN. Gracias a esto yo pude reconstruir mi vida, conocer mi identidad y desde ahora reconstruiré paso a paso la vida de mi madre. No descansaré ni un día, porque debe haber muchos jóvenes que nadie sabía de niño si estaban muertos o desaparecidos
.
Carzola piensa involucrarse activamente en la búsqueda de hijos y en alentar a todos los que tengan alguna sospecha a que hagan un camino como el mío que comencé desde la nada
, solamente por intuiciones.
También sospecha que muchas personas que pudieron haber acogido a niños abandonados en esas circunstancias no hablan. Tenían terror y aún deben tener muchos miedos
. Como primer paso de justicia y amor
, podrá enterrar a su madre en la ciudad de Monteros, donde ella nació, cercana a la capital tucumana.
En Tucumán se ha producido un cambio muy fuerte en estos últimos años en el tema de derechos humanos, especialmente por los juicios orales del año pasado contra responsables de delitos de lesa humanidad. Varios testigos salieron desde las sombras del terror y se pudo comenzar a reconstruir historias de centros clandestinos de detención y seguir el camino de algunos desaparecidos.
También en relación a sucesos ocurridos en esa provincia en 1975 cuando bajo el gobierno de Isabel Martínez de Perón, el ejército realizó el Operativo Independencia, una acción de guerra contrainsurgente, que dejó centenares de víctimas y desaparecidos, ahora deberá presentarse ante la justicia federal el periodista Joaquín Morales Solá, columnista del conservador diario La Nación.
Considerado uno de los periodistas más importantes de la derecha local, Morales Solá, a quien se señala como un hombre cercano a la embajada de Estados Unidos aquí, fue convocado por el juez federal Daniel Bejas, quien investiga los centros clandestinos de detención que funcionaron en Tucumán desde 1975.
El primero que se creó en ese año fue el Centro Clandestino de Detención la Escuelita de Famaillá
. Por ahí pasaron centenares de víctimas sometidas a torturas atroces, y allí se registra la mayor cantidad de desaparecidos antes de la dictadura. El centro fue modelo
para los más de 400 que se establecerían durante la pasada dictadura en todo el país. Estuvieron a cargo de la represión en esa provincia generales como Antonio Domingo Bussi y Luciano Benjamín Menéndez, ambos condenados a prisión perpetua en varios juicios como responsables de crímenes de lesa humanidad. El Operativo Independencia estuvo en sus comienzos a cargo del general Acdel Vilas, ya fallecido.
En estos días el semanario Miradas al Sur publicó una fotografía que encontró Marcos Taire, periodista que investiga el Operativo Independencia, donde se ve a Morales Solá junto al general Vilas en una actitud muy cercana, frente a lo que sería el centro clandestino de detención La escuelita
. Ahora deberá explicar a la justicia cómo había llegado hasta ese lugar, totalmente oculto a la prensa y a todo lo que no fueran militares o grupos de tareas.
Para algunos fiscales es importante que Morales Solá preste testimonio porque pudo llegar precisamente adonde sólo había circulación militar. También por sus notas en esos tiempos que significaron un apoyo y un encubrimiento a la actuación militar en esos tiempos. No se tiene fácilmente un testigo extraño a la estructura represiva en lugar presencial y que esté vivo
, dijo uno de los funcionarios judiciales.