Miércoles 5 de enero de 2011, p. 18
Budapest. Hungría hizo caso omiso ayer a las críticas internacionales sobre su polémica ley de medios e impuestos excepcionales aplicados a grandes compañías extranjeras, a dos días de la inauguración de su presidencia semestral de la Unión Europea. “No hay que modificar una ley húngara sólo porque está sujeta a críticas extranjeras”, declaró el secretario de Estado para la Comunicación, Zoltan Kovacs. Puesta en vigor el primero de enero, la legislación prevé multas de hasta 730 mil euros para radio y televisión en caso “de que se afecte al interés público, el orden público y la moral”, así como por “informaciones parciales”. Prevé obligar a los periodistas a revelar sus fuentes. Bruselas advirtió que “si hay infracción al derecho comunitario, la comisión abrirá un procedimiento y el hecho de que Hungría presida la Unión Europea no tiene incidencia”, afirmó el portavoz Olivier Bailly