Londres, 17 de enero. El ex banquero suizo Rudolf Elmer entregó este lunes personalmente al fundador de Wikileaks, Julian Assange, dos CD que incluirían los nombres de dos mil titulares de cuentas sospechosos de evasión fiscal. Elmer, quien trabajó durante ocho años en la sucursal de Julius Baer en las islas Caimán, territorio británico de ultramar situado en el Caribe, dijo que necesitaba dar a conocer al mundo la verdad sobre el dinero que hay en las cuentas secretas extranjeras.

Las revelaciones contienen referencias de multinacionales, firmas financieras y personas con grandes fortunas de varios países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, y fueron entregadas a Assange ante la prensa londinense, de acuerdo con el periódico suizo Der Sonntag.

Elmer entregó la información en el Frontline Club in London, donde tiene sus oficinas centrales Wikileaks, y Assange la recibió en una rara aparición lejos de la casa de campo donde está obligado a vivir en espera de un proceso por extradición.

Estoy aquí para apoyarlo, afirmó Assange a los reporteros. Es un denunciante y tiene cosas importantes que decir, indicó. El australiano Assange señaló que pasarán varias semanas antes de que la información sea revisada y publicada en el sitio Wikileaks. Pero aclaró que los nombres de los titulares de las cuentas bancarias podrían ser publicados, a más tardar, en dos semanas, una vez verificados todos los datos.

Elmer no quiso decir los nombres de los que aparecen en los CD o cuántos están involucrados. El único deseo que tengo es dar a conocer a la sociedad lo que está pasando, aseguró. Estuve ahí dentro, hice el trabajo, sé cómo es la cotidianidad del negocio, lo que está documentado ahí y también lo que no lo está, agregó. Subrayó sus esfuerzos infructuosos por contactar con las autoridades y los medios de prensa en su “batalla contra los bancos. Wikileaks es mi última esperanza”, declaró.

Estoy en contra del sistema. Conozco cómo funciona. Quiero que la sociedad sepa cómo funciona porque es perjudicial para nuestra sociedad, continuó el ex banquero. Se va a hablar sobre el sistema y por eso estoy aquí, informó. El dinero está escondido en jurisdicciones bancarias secretas, puntualizó.

Una comparecencia sobre el caso de extradición de Assange se llevará a cabo en la corte de Londres el 7 de febrero próximo. Elmer había declarado previamente al diario Sonntag que los documentos muestran que (los titulares) se ocultan detrás del secreto bancario, probablemente para tratar de escapar al fisco.

Entre los titulares de las cuentas figuran unos 40 políticos y potentados de Estados Unidos, Suiza, Alemania y Gran Bretaña. Los datos proceden de por lo menos tres instituciones financieras y abarcan de 1990 a 2009, precisó en esa entrevista.

Elmer, que dirigió la sucursal de Julius Baer en las islas Caimán, debe comparecer el miércoles ante un tribunal de Zúrich por acusaciones de violación de secreto bancario, por haber entregado datos de clientes a Wikileaks en 2007. Según la prensa suiza, algunas de las personas que figuraban en esas listas enfrentan acciones judiciales en sus países. Wikileaks difundió recientemente miles de cables de la diplomacia estadunidense.

Elmer recordó que hace años ofreció la información que contienen sus discos compactos al ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbruck, sin reclamar una contraprestación económica a cambio, pero que no obtuvo respuesta alguna.

Elmer pasó 30 días en prisión en Suiza. El próximo miércoles asegura estar preparado para presentarse ante un tribunal de Zurich para responder a las acusaciones de coacción y violación del secreto bancario, como se ha venido difundiendo.

Según sus propias declaraciones, el ex banquero trabajó durante ocho años para bancos suizos en el paraíso fiscal de las islas Caimán. Tras su regreso a Suiza tomó la decisión de destapar el verdadero alcance de la evasión de impuestos a nivel internacional. Elmer ha denunciado presiones y persecución.

Elmer declaró el domingo que esperaba que su comparecencia en la rueda de prensa llamara la atención sobre los abusos financieros en el extranjero y a la vez promoviera a Wikileaks como un mecanismo para que otros informantes den a conocer sus historias.

Julius Baer reacciona

Julius Baer reaccionó y expresó que Elmer, quien fue despedido de la empresa en 2002, tenía oros motivos. Después de que sus demandas (incluida una compensación económica) en conexión con el despido no pudieron ser satisfechas, el señor Elmer se embarcó en 2004 en una campaña de intimidación personal y venganza contra Julius Baer, argumentó el banco en un comunicado.

El objetivo de estas actividades fue y es desacreditar a Julius Baer, además de sus clientes, a los ojos del público, apuntó. Un día antes, Elmer precisó que esperaba que la rueda de prensa llamara la atención en los abusos financieros en el extranjero y que Wikileaks era su última esperanza para que el mensaje llagara al público.