Al recibir al equipo Monterrey en la residencia oficial de Los Pinos, como lo ha hecho con los recientes campeones del futbol mexicano, el presidente Felipe Calderón destacó que el cuarto título de los Rayados llegó en el momento que más lo necesitaban e hizo un llamado al club a incentivar la práctica del balompié entre las comunidades regiomontanas como tarea para combatir la violencia.

He estado muy cerca de Monterrey, de Nuevo León, y lo seguiré estando por los problemas que enfrenta esa comunidad a la que quiero muchísimo. He apoyado muy firme y decididamente a los regiomontanos para recuperar la paz, la tranquilidad que merecen y que les ha permitido ser un ejemplo de comunidad que trabaja, que se esfuerza y que sale adelante, puntualizó Calderón en la breve ceremonia, a la que sólo asistieron el equipo y dirigentes de La Pandilla.

El triunfo vino a generar una ola de entusiasmo, confianza y esperanza en los regiomontanos y en los nuevoleoneses, que es de mucho agradecerle a todos los que se batieron como los grandes en la cancha para obtener ese campeonato, resaltó el mandatario, quien felicitó al plantel por la forma en que ganó la final ante Santos.

En el acto –al que no asistió Jesús Arellano por el mal estado de salud de su madre–, el Jefe del Ejecutivo recordó al fallecido Antonio de Nigris, hermano mayor de Aldo, delantero del equipo.

Calderón retomó parte de los discursos del presidente de los Rayados, José González Ornelas, y del capitán Luis Pérez, quienes propusieron ser portadores de los valores de respeto como seres humanos y retribuir la confianza a su afición, especialmente por el momento de violencia que atraviesa la sociedad regiomontana.

Es muy importante su ofrecimiento y lo tomo con mucha seriedad. Creo que debemos llevar a los barrios de Monterrey, a su área metropolitana y municipios aledaños de Santa Catarina, Guadalupe, San Nicolás, a todo el estado, una gran inyección de entusiasmo por el deporte y por el futbol, dijo el presidente, quien se refirió a un programa que inicie de rescate de espacios públicos para prácticas deportivas.

Además le metí un gol a Margarita, mi esposa, el día que inauguramos la cancha, recordó de paso Calderón y llamó a los presentes a visitar esos espacios y a organizar algún torneo o actividades de promoción, tal vez con su coterráneo Tigres.

Luego de entregar al primer mandatario una camiseta del club y una miniatura metálica del Cerro de la Silla, el equipo se retiro sin ahondar en que les urge retomar el nivel, luego del mal arranque en el torneo Clausura 2011, en cuyas dos primeras fechas han sufrido sendas derrotas: primero 2-0 ante San Luis y luego 2-3 frente a Estudiantes.

El técnico Víctor Manuel Vucetich señaló que la visita fue un estímulo para empezar a reaccionar a partir del siguiente partido ante Atlante.

Sin embargo, comentó que el equipo estaba consciente de que esa baja de ritmo era previsible tras haber llegado a la final.

Indicó que no le incomoda que el campeón no tenga derecho a descansar en la primera fecha, como en la división de ascenso: No me puede molestar porque está establecido, pero debería existir esa consciencia de los federativos; dar más tiempo para que los equipos que llegan a la final tengan ese respaldo.

Finalmente asumió: “Normalmente, si ustedes ven la historia, ningún equipo campeón gana el título en el siguiente torneo –entre el Apertura y el Clausura–. Tiene que haber algún motivo, alguna causa, y creo que todo mundo lo sabemos, además de las cargas que llevarán si se juega la Libertadores o la Concacaf.

Todo eso hay que medirlos, porque los jugadores no son máquinas, son personas y requieren descanso.