El Gobierno del Distrito Federal no está obligado a pedir autorización o permiso de obra a la Conagua para la construcción de la supervía poniente, pues ninguno de sus puentes se asentará en alguna de las cinco cañadas de la zona que son competencia de la dependencia federal.

Leonel Luna Estrada, diputado local del PRD, aseguró que de acuerdo con un informe de la Secretaría de Obras y Servicios capitalina que envió a la Asamblea Legislativa en agosto de 2010 se hizo contacto con la Conagua, con el fin de que verificara que no se afectaría la zona federal.

Los proyectos fueron ingresados de manera formal, por conducto de la Secretaría de Obras y Servicios a la subgerencia de Hidrología e Ingeniería de Ríos de la dirección técnica del organismo, en donde se verificaron los proyectos de cada puente, refirió Luna Estrada.

Incluso, la estructura de los puentes fue rediseñada para cumplir con las especificaciones y evitar tener apoyos en cada uno de los cauces de las zonas federales.

Como resultado de este proceso, según el informe entregado a los asambleístas, el 30 de septiembre del año pasado la Conagua emitió un primer oficio en el que informa que los apoyos del Puente 1, dentro del tramo uno, identificado como barranca de Tarango –arroyos Chotacabra, Gipaetos y Puente Grande–, se encuentran fuera de la zona federal.

Por lo que la estructura no interfiere con el régimen hidráulico del cauce, motivo por el que no se requiere solicitar la autorización, el permiso de obra que otorga esta dependencia.

Del mismo modo ha ocurrido en el resto de los puentes.