El tenor recibe múltiples homenajes en su natal Madrid
no me pongo límites
Jueves 20 de enero de 2011, p. 7
Madrid, 19 de enero. El tenor Plácido Domingo vio el año pasado a la muerte acechando. En febrero le diagnosticaron un cáncer de colon y eso le hizo temer “que el telón pudiera caer para siempre". Pero le extirparon el tumor y menos de seis meses después ya estaba otra vez en el escenario, interpretando la ópera Simon Boccanegra, de Verdi.
La vitalidad que le permitió vencer al cáncer la muestra el gran cantante español –muy vinculado a México– estos días en su Madrid natal, donde celebra sus 70 años –los cumple este viernes– cantando en el Teatro Real el papel del atormentado Orestes en Iphigénie en Tauride, del alemán Christoph Willibald Gluck.
Domingo recibe todo tipo de homenajes: un concierto en el que cantaron para él artistas como Ana Belén y Miguel Ríos, el doctorado honoris causa de la Universidad Alfonso X El Sabio (Sevilla) y la Orden de las Artes y las Letras que concede el gobierno español. Este viernes, además, habrá en su honor una gala en el Teatro Real.
No me pongo límites
, dice Plácido Domingo, una vez superada la enfermedad. Pero es también consciente de que su poderosa voz, que le permite transformarse en barítono, no le durará para siempre.
Tengo la firme intención de que el día que sienta que no debo cantar más seré el primero en decidirlo
, afirma.
‘‘No debes esperar a que los que lo sientan sean las personas que más te quieren, o la crítica o el público”, agrega el artista, quien este 2011 celebra además 50 años de carrera artística.