La inseguridad provocó que empresas constructoras hayan parado más de 20 obras públicas en proceso (en su mayoría carreteras y obras de protección) porque la gente no quiere trabajar en esas condiciones, denunció José Eduardo Correa Abreu, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC).

Demandó que las autoridades, sean federales o locales, protejan las obras. Al preguntarle si los empresarios del ramo están dispuestos a contratar seguridad privada respondió: mejor ponernos nosotros las armas y las cananas, y salir a disparar a medio mundo para estar en igualdad de circunstancias, cuando la obligación del Estado es garantizar la seguridad e integridad de todo ciudadano.

Dijo que los robos, secuestros y extorsiones dejaron de ser exclusivos contra los dueños de las empresas y se extendieron a trabajadores como ingenieros y topógrafos, y a veces hasta a los mismos albañiles, por lo que han tenido que aceptar que se les pague con cheque o mediante tarjetas bancarias de débito y ya no en efectivo como se acostumbraba.

El dirigente empresarial dijo que la violencia que ha padecido el sector se concentra en los estados del norte del país como Chihuahua y Sinaloa, aunque comentó que Guerrero se está convirtiendo en un foco rojo.

Los contratistas ya no quieren entrarle a algunas obras que, pese a ser públicas, carecen de vigilancia gubernamental, sea federal o local. Hay casos en que las empresas solicitan a las autoridades la cancelación del contrato porque no están en condiciones de concluir la obra ganada en tiempo y forma.

Ahorita lo que estamos haciendo es negociar con los que tienen contratada obra con el gobierno federal y pidiéndole a éste que intervenga en la seguridad de las obras porque más que nosotros contratemos seguridad privada es una obligación del gobierno, llámese federal o estatal. Si no se puede, lo que estamos haciendo a petición de algunos afiliados de CMIC, aunque otros negocian por su cuenta, es que la dependencia les cancele la obra porque ya no la quieren hacer por miedo, detalló.

No vemos el sexenio de la infraestructura

En otro aspecto, Correa Abreu criticó los alcances y aplicación del Plan Nacional de Infraestructura (PNI), uno de los principales ejes del gobierno del presidente Felipe Calderón. No vemos el sexenio de la infraestructura, dijo categórico el dirigente empresarial en una conferencia de prensa donde expuso que el sector reportó resultados negativos en 20 de 24 meses (de noviembre de 2008 a julio de 2010), con lo que se han convertido en la segunda peor época de su historia. Sólo de agosto a noviembre comenzó a recuperarse pero por inversiones rezagadas que se aplicaron durante el segundo semestre del año pasado.

Abundó que la construcción fue la única de todas las ramas productivas del país que no mostró signos de recuperación durante los primeros nueve meses del año pasado. Mientras el comercio y la industria manufacturera, por ejemplo, crecieron 15 y 11 por ciento, la construcción reportó una caída de 1.4 por ciento entre enero y septiembre de 2010, según los últimos datos oficiales disponibles.

Si bien Correa Abreu acotó que no es un sexenio perdido en tanto que ha fluido la inversión pública para obras, no fue lo que hubiéramos querido y lo que se dijo que sería el sexenio de la infraestructura. Por desgracia, los números que ellos dan de que se ha invertido más que otros sexenios, han crecido pero por la inflación, no porque hayan hecho más obra o hayan invertido más, ahí los números son engañosos. Hemos avanzado, pero no es lo mismo que crecer.