Túnez, 20 de enero. Fuerzas policiales y militares hicieron hoy disparos al aire para dispersar a cientos de manifestantes que querían ingresar al edificio del partido Reunión Constitucional Democrática (RCD), del derrocado presidente Zine Abidine Ben Ali, en demanda de que los ministros de esa formación sean expulsados del gobierno provisional tunecino.

El pueblo quiere que renuncie el gobierno, gritaban los manifestantes, que llevaban carteles en que se leía: Traidores, ya no les tenemos miedo. Los manifestantes también quemaron el logo del partido, y algunos advirtieron que seguirán allí y que volverán todos los días hasta que caiga el RCD, partido que durante décadas detentó el poder hasta que Ben Ali huyó a Arabia Saudita el 14 de enero.

En medio de estas presiones, la televisión estatal informó que el comité central del RCD –la base del poder del gobernante derrocado– fue disuelto. Además renunciaron al partido oficialista todos los ministros del gobierno provisional (unos 10), después de que hicieron lo mismo anteriormente el presidente interino Fuad Mebaza y el primer ministro provisional Mohammed Ganouchi.

En el actual gobierno interino se produjo también la dimisión de Zuheir Mdhaffer, que ocupaba la cartera de Desarrollo Administrativo y era uno de los hombres de la vieja guardia que colaboró en el gabinete del régimen de Ben Ali.

Otros cuatro ministros nombrados el lunes, tres de los sindicatos y un líder de la oposición, ya habían dimitido antes de que los miembros juraran sus cargos, en repudio a que miembros del partido de Ben Ali recibieron las carteras principales.

Las autoridades detuvieron en los últimos días a 33 personas de la familia de Ben Ali sospechosas de haber cometido crímenes contra la nación, a quienes se les confiscaron joyas y oro. Un banco del yerno del derrocado gobernante fue puesto bajo el control del banco central.

En los esfuerzos por calmar los ánimos, el gobierno de transición decretó tres días de duelo nacional en memoria de unas cien personas que murieron en las protestas de las últimas cuatro semanas y adoptó un proyecto de amnistía general que presentará al Parlamento.