Integrantes del magisterio disidente comparecieron ayer ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) para ratificar la demanda contra el Partido Nueva Alianza (Panal) por la utilización que hace del espacio público escolar con fines proselitistas. En los próximos días, el resto de los querellantes acudirán a esa instancia en función de los citatorios que les envíe.

El Comité Ejecutivo Nacional Democrático del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), a cargo de Sergio Espinal, informó también que continúa recabando firmas para integrarlas a su demanda presentada ante la Procuraduría General de la República.

Después de que este diario puso en evidencia los cuadernillos para colorear, volantes para despensas, reglas y cuadernos que distribuye el Panal por conducto de la estructura del sindicato magisterial encabezado por Elba Esther Gordillo en escuelas públicas del estado de México y Baja California, la agrupación de maestros disidentes determinó interponer un recurso jurídico para evitar este tipo de delitos.

Por otro lado, el comité disidente afirmó que la interlocución entre el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Alonso Lujambio, y la presidenta del SNTE, Elba Esther Gordillo, destruye los principales sustentos de la escuela pública, anula la contratación colectiva y protege las canonjías de la ex secretaría general del PRI y favorece la proyección política de Lujambio.

En respuesta a las declaraciones del SNTE con relación a que no existe una propuesta que supere a la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) respondió que sí existe un planteamiento superior y se llama Programa Nacional Alternativo de Educación y Cultura (PNAEC), el cual fue producto de un largo consenso por medio de talleres, encuentros y foros con la base magisterial.

En ese sentido, manifestó que para sacar de la ruina a la educación pública se requieren medidas de fondo, en primer lugar, abatir la corrupción en toda la estructura administrativa de la SEP, desde los mandos superiores y medios hasta las jefaturas de sector, supervisiones y direcciones.

Lo anterior, añadió, permitirá restaurar ambientes educativos, renovar los compromisos docentes, acabar con las tensiones escolares, suprimir la represión, motivar la creatividad y la innovación pedagógica, así como sanear las relaciones interpersonales.

También planteó la necesidad de establecer un programa de desarrollo lingüístico integral que posibilite a los niños desde las edades más tempranas apropiarse de los sistemas de lectoescritura y matemáticas, entre otras estrategias.