Reunir arte y conciencia es la premisa que sustenta al proyecto Revelación, mediante el cual se pretende crear un nuevo movimiento (o academia) artístico encaminado a generar unidad y fraternidad entre los pueblos del planeta.

Así lo explica el galerista y promotor cultural Norman Bardavid Nissim, creador de esta propuesta, quien desde hace cinco años la ha aplicado en Cuba, en particular con pintores, aunque planea en breve extenderlo al resto de las artes visuales.

El primer resultado tangible de ese esfuerzo es el catálogo Revelación: once artistas plásticos cubanos en el siglo XXI, editado por la Galería 10/10, el cual será presentado hoy a las 21 horas en el Museo Nacional de Arte (Munal), Tacuba 8, Centro Histórico.

De acuerdo con el historiador cubano Eusebio Leal Spengler, quien participa en el volumen con un ensayo, la obra de esos 11 artistas representa un afán de tomarle el pulso al heterogéneo panorama de las artes plásticas en Cuba. Reflejar al arte cubano en su evolución y diversidad a partir de la libertad individual.

Y es que, además de buscar darle un giro al sentido del arte en el comienzo del siglo XXI, el proyecto Revelación... trata asimismo de ser una ventana de lo que ocurre en el panorama del arte contemporáneo cubano, el cual ha permanecido un tanto aislado del resto del mundo por las circunstancias políticas y económicas de la isla, destaca Bardavid.

Mucha filosofía

En entrevista, el promotor cultural Norman Bardavid narra que concibió este proyecto con una visión social y humanista orientada a valerse de la creación artística como una herramienta de transformación de la conciencia.

Precisa que escogió Cuba por el gran potencial que existe entre los artistas locales, muchos de los cuales no han podido desarrollarlo debido a que utilizan su talento para resolver el día a día y no como medio para transcender.

Fue así que en principio hicieron una selección de 100 creadores isleños, la cual fue reducida luego a 37 y por último a 11, y les proporcionaron desde los materiales necesarios para la realización de sus obras hasta una preparación de tipo intelectual-filosófica.

Les llevamos mucha información, pero no de arte, porque no queríamos contaminar su mundo interno y prostituirlo con imágenes de lo que sucedía en el mundo de afuera, aclara el galerista.

“La educación que les hemos dado es holística, de la conciencia del ser, hablándoles de la filosofía de Osho, del yoga, de la meditación, del poder de la oración, de la numerología y la geometría sagradas, del sentido de la manifestación del micro y macrocosmos; mucha filosofía, para detonar el brillante que tienen dentro.

Lo que sucede en Cuba es que llevan 52 años dentro de una burbuja de tiempo y espacio. En el régimen del comandante (Fidel) Castro se dieron las condiciones para que Cuba estuviera más aislada en el tiempo en que el mundo se globalizó, y al globalizarnos se están rompiendo muchas catedrales del pensamiento al vivir tan rápido, y como consecuencia, el hombre también hace arte muy rápido, porque ese es nuestro estilo de vida hoy.

A decir de Norman Bardavid, gran parte de los artistas contemporáneos en el mundo no se dan el tiempo para meditar en torno de la creación, de ser realmente ese vehículo energético a través del cual llega una inspiración y se manifiesta de manera virtuosa.

Algunos críticos de arte, subraya, consideran eso como la muerte del arte, pero obviamente éste no puede morir; es el resultado más sublime de la expresión del ser humano. Lo que muere es el concepto.

Destaca también que en muchas academias internacionales de arte se ha perdido la idea del virtuosismo como un valor, aspecto que en su opinión sigue vigente en Cuba, gracias a que la preparación es aún en la antigua escuela ex socialista.

Eso fue parte de las grandes revelaciones que se nos dieron en Cuba, luego de apreciar cómo muchos de esos artistas, poniéndolos en condiciones adecuadas, han podido explotar y hacer brillar ese diamante que llevan dentro.

Magníficos resultados

De acuerdo con el galerista y promotor cultural, después de los magníficos resultados obtenidos en aquella nación caribeña, donde se trabaja ahora con una segunda generación de artistas, el siguiente paso del proyecto Revelación... será desarrollarlo en México.

De forma paralela, las obras de los creadores cubanos serán presentadas en diferentes mu-seos y galerías de nuestro país y el extranjero. En principio, hay dos espacios interesados en Yucatán y Torreón.

Éste es el inicio de un nuevo movimiento artístico, al que denominamos el Movimiento de los Revelacionistas, cuyo manifiesto daremos a conocer en breve, si bien su objetivo, a grandes rasgos, es: forma-arte, fondo-conciencia y el producto de la fusión y el fondo es una transformación en equilibrio, destacó Norman Bardavid.

El catálogo Revelación: once artistas plásticos cubanos en el siglo XXI está integrado por obras de pintores nacidos después del triunfo de la Revolución; así, el de mayor edad tiene 50 años, y el de menor, 25.

Ellos son Alonso Luis Alayo, Manuel Antonio Álvarez, Lolo; Aliosha Aracil Boullón, Joel Corrales Márquez, Dionel Delgado, Orestes Gaulhiac, Raciel Gómez Golpe, Williams González Chávez, Yaumil Hernández Gil, Yussuan Remolina y Saskia Verger.

Los textos, en tanto, son de Martha Zamora, Normand Bardavid, Eusebio Leal Spengler, José Veigas Zamora, Yudi Kravzov, Piter Ortega Nuñez y Julieta Glatt.

El volumen puede ser adquirido en la Galería 10/10, ubicada en la calle Séneca 114, Polanco, de lunes a viernes de 10 a 15 horas y de 16 a 19 horas. Teléfono: 5282 25 90.