Culiacán, Sin., 7 de febrero. En las plantaciones del norte de Sinaloa no quedó una sola planta en pie, y la única manera de no perder el ciclo agrícola es que los productores vuelvan a sembrar cuanto antes, dijo el gobernador Mario López Valdez, durante la reunión del Consejo Estatal de Desarrollo Rural Sustentable, este lunes, en la que se analizaron los estragos causados por el frente frío 26 durante la semana pasada en la entidad.

Se valora la magnitud de los daños y se iniciará de inmediato la recuperación del sector primario, pero difícilmente llegaremos al crecimiento previsto de 5 puntos en el producto interno bruto estatal, dijo el mandatario durante el acto en el que se también se revisó el inventario de semillas, la disponibilidad de financiamiento y el abasto de agua para la resiembra.

A su vez, el titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Heriberto Félix Guerra, informó en Mazatlán (donde repartió 50 mil cobijas y 10 mil despensas a familias afectadas) que 12 municipios del estado serán declarados zona de emergencia, y la Comisión Nacional del Agua evaluará los casos de otros ocho para que también reciban apoyo del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden).

Sin embargo, las dirigencias de varias agrupaciones dudaron del gobierno federal y criticaron la falta de prontitud con que se concretan sus apoyos.

En el ciclo otoño-invierno sembramos casi 600 mil hectáreas de maíz, pero en alrededor de 400 mil hay pérdidas totales, y en vez de las cinco millones de toneladas acostumbradas este año sólo se producirá un millón, advirtió Francisco Campaña Acosta, presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC).

Ello significa que no se aportará 25 por ciento de la cosecha nacional ni se venderán semillas a otras entidades, y las consecuencias en desempleo y depresión económica irán más allá de la entidad, pues también colapsará la producción de frijol y hortalizas como papa, tomate y chile. Refirió que no obstante la situación, las autoridades federales no se dan cuenta de la urgencia de recursos extraordinarios, ni sus respuestas corresponden al tamaño de la devastación.

Es un desastre sin precedentes, dijo por su parte Francisco Escobar, líder de la Federación Agronómica de Sinaloa, quien también instó a movilizar el apoyo federal y recordó que en las heladas de 2004 y 2007 se quemaron sólo puntas de las plantas de maíz, pero ahora es una catástrofe porque de plano se achicharraron por todos lados.

Según los dirigentes, para este ciclo otoño-invierno se sembraron en Sinaloa unas 800 mil hectáreas de maíz, frijol y hortalizas, de las cuales 90 por ciento resultaron con daños y sólo 70 por ciento están aseguradas.

Gonzalo Velázquez, ejidatario de la comunidad de San Rafael, municipio de Guasave, indicó que el siniestro es extensivo no sólo a miles de productores del estado, sino a los jornaleros del sur del país que como cada ciclo llegaron a la cosecha y se quedaron sin empleo, 200 mil de ellos en los campos de hortalizas.

El agricultor, que perdió de la noche a la mañana las casi 120 toneladas de maíz que se cosechaban en una superficie de 10 hectáreas, deploró que al esfuerzo de las organizaciones y el gobierno estatal no se añada el de las instancias federales.

Además, relató que el domingo apareció muerto dentro de su casa en la comunidad de Guasavito el productor Joel Isabel Cervantes Valenzuela, de 34 años, quien se dio un balazo en la cabeza cuando constató la pérdida de sus cultivos.

La resiembra que plantean las autoridades es posible, consideró, aunque no se sabe si alcanzará el agua de las presas, y tampoco si llegarán a tiempo los apoyos ofrecidos.