Medición multidimensional de la pobreza en México y el mundo / I
Colmex y Coneval publican libro con propuestas metodológicas para México
omo parte del procedimiento para definir la metodología de medición multidimensional de la pobreza, a la que lo obliga la Ley General de Desarrollo Social (LGDS), el Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) convocó, en 2007, a cinco investigadores dedicados al estudio de la pobreza de diversos países para que le hicieran propuestas metodológicas (y las aplicaran con datos de México) que cumplieran lo que señala el artículo 36 de la LGDS, así como para que intercambiaran sus puntos de vista en varios seminarios internacionales. Para esta tarea, el Coneval realizó un convenio con El Colegio de México (Colmex) para que éste se encargara de las tareas necesarias y el producto de ellas quedara plasmado en un libro. En 2007 se realizaron en el Colmex tres seminarios con un intercambio muy rico entre los investigadores que fueron, empezando por los no mexicanos, Satya R. Chakravarty, economista de la India; James E. Foster, matemático y economista de Estados Unidos, y David Gordon, de Gran Bretaña, biólogo estadístico. De México, Rubén Hernández Cid, matemático y estadístico, quien incorporó a su equipo a Humberto Soto de similar formación, y Julio Boltvinik, economista y científico social.
Está a la venta (en la librería del Colmex) el libro que recoge las versiones finales presentadas por los cinco grupos de trabajo (Medición multidimensional de la pobreza en México, 661 pp.).Incluye también una presentación (muy breve) de Coneval, una introducción de Minor Mora, sociólogo, profesor del Centro de Estudios Sociológicos del Colmex. En su presentación el Coneval dice que los cinco documentos
incluidos “recogen gran parte de los avances en materia de medición multidimensional de la pobreza que han tenido lugar en la bibliografía especializada, las cuales han contribuido de manera fundamental en la elaboración de la metodología del Coneval para la medición multidimensional de la pobreza en México”. También añade que “hace públicas estas propuestas metodológicas entendiendo que es posible la existencia de un sinfín de aproximaciones para la consecución de un mismo objetivo. Dar a conocer a la sociedad estas diversas perspectivas, así como contribuir a la discusión del tema de la medición de la pobreza es precisamente la razón de ser de esta compilación de trabajos”. Saludo la publicación del libro y el propósito expresado por el Coneval, pero hago notar el enorme retraso con el que ocurre: más de tres años desde el último de los seminarios (octubre de 2007) y poco más de un año después de dada a conocer la metodología oficial del Coneval (diciembre de 2009).
En la introducción al libro, Minor Mora empieza por resaltar el desfase existente entre el reconocimiento del carácter multidimensional de la pobreza y la medición dominante que sigue siendo unidimensional, por ingresos. Pero indica que la discusión sobre el tema entró en una nueva era en la primera década de este siglo por el creciente interés en la comunidad universitaria internacional, lo que acredita con referencias sólo a trabajos fuera de América Latina (AL). También al citar trabajos de medición multidimensional de la pobreza de varias décadas atrás, se limita a referencias anglosajonas, olvidando que el método de NBI (necesidades básicas insatisfechas), evidentemente multidimensional, se aplica en AL desde los años 70 y que la variante original del Método de Medición Integrada de la Pobreza (MMIP) se aplicó en múltiples países de la región desde finales de los años 80. Al leer este texto un lector desprevenido creería que gracias a la lucidez de los anglosajones y de Amartya Sen por fin hemos entendido en México que la medición de la pobreza debe ser multidimensional. De AL, Mora cita sólo a Óscar Altimir, quien es, sin duda, un gran pionero del tema en la región, pero que ha sido un típico ejemplo de la adopción de definiciones conceptuales de pobreza multidimensionales (en su caso brillantes) pero que aplican mediciones sólo por ingresos, que él puso en vigor en la Cepal en 1979 y que siguen vigentes.
En la sección llamada legislación
, Mora empieza afirmando que en México y AL la medición de la pobreza dominante ha sido por ingresos y da como (casi) única excepción (en pie de página) mis trabajos (sin citarlos), olvidando las experiencias antes comentadas. Sin que venga al caso (por no tratarse de mediciones multidimensionales) cuenta la historia del Comité Técnico para la Medición de la Pobreza durante el gobierno de Fox que, en palabras de Mora, adoptó una conceptualización unidimensional del fenómeno
al medir la pobreza sólo por ingresos. Sin embargo, paradójicamente, explica la aprobación misma de la LGDS y la aparición en ella del artículo 36 antes referido como fruto de las actividades del Comité Técnico. La LGDS instituye la obligación del Coneval de medir la pobreza multidimensionalmente (haciendo de nuestro país el único en el mundo, según David Gordon, que tiene un método de medición oficial multidimensional):
Las discusiones académicas y de política pública que suscitaron los trabajos del Comité Técnico posibilitaron la generación de un clima favorable para que en diciembre de 2003 la Cámara de Diputados aprobara la ya mencionada LGDS
Siempre es útil, antes de hacer este tipo de interpretaciones históricas, documentarse adecuadamente. La primera iniciativa de LGDS la presentó en abril de 2000 Clara Brugada, del PRD, presidenta de la comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Diputados, cuando Zedillo era presidente. Esa iniciativa contenía un largo capítulo que instauraba una metodología multidimensional de medición de la pobreza en el país. Este capítulo se rescataría en la iniciativa presentada por la senadora Leticia Burgos en 2001 (también antes del supuesto clima favorable) y quedaría, simplificado y con el añadido de cohesión social y alimentación en el proyecto de ley aprobada por el Senado a comienzos de 2003.
Mora pasa a continuación a narrar el proyecto Coneval-Colmex que llevó a los seminarios y el libro. Señala que la modalidad de trabajo puesta en marcha permitió desarrollar una discusión continua entre los investigadores-expertos, los investigadores de El Colegio de México y los integrantes del Consejo Directivo del Coneval
. Yo viví el transcurrir de los tres seminarios con la sensación de que los tres integrantes del Consejo Directivo del Coneval que estuvieron presentes en los seminarios, participaron muy poco en las discusiones, desaprovechando la oportunidad para un debate abierto y franco en un ambiente cordial. Mora pasa a explicar el consenso generado en torno a lo inadecuado del indicador de cohesión social (incluido en la LGDS) con lo cual estoy de acuerdo. Véase gráfica que muestra una relación empírica inversa entre cohesión social y pobreza, evidencia que se suma a los argumentos conceptuales y lógicos contra su inclusión. Mora pasa a narrar cada una de las cinco metodologías (sobre lo cual me ocuparé en próxima entrega) para concluir con una sección llamada Reflexión final (y provisoria)
en la cual califica los cinco trabajos como insumos valiosos
.
http://julioboltvinik.org • jbolt@colmex.mx