El Senado eligió ayer a Jorge Mario Pardo Rebolledo como nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en sustitución de José de Jesús Gudiño Pelayo, quien falleció en septiembre del año pasado.

Mi único compromiso es con la justicia; mi único vínculo es con la Constitución y mi principal objetivo es servir a mi patria, expuso Pardo Rebolledo ante el pleno del órgano legislativo. Recalcó también que sustenta su llegada a la Suprema Corte exclusivamente en sus 27 años de carrera judicial.

Al final, en entrevista, reiteró que no tiene vínculo con ningún personaje o partido político.

En una primera ronda de votación, Pardo Rebolledo obtuvo el apoyo de 97 de los 114 senadores asistentes, con lo que superó la mayoría calificada necesaria, ya que contó con el respaldo de las bancadas de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN), y legisladores de otras fuerzas políticas.

Previo a la sesión, los legisladores panistas acordaron avalar a Pardo Rebolledo, que desde un día antes contaba con la simpatía de los priístas.

Sol azteca, dividido

La bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) votó dividida, ya que parte de los legisladores decidieron respaldar al magistrado Jorge Higuera Corona, quien obtuvo 12 sufragios, mientras que el otro integrante de la terna, Alberto Pérez Dayán, cuatro.

Antes de que se votara el dictamen, por el que se declaró la elegibilidad de los tres aspirantes, el perredista Ricardo Monreal consideró que el Senado debió utilizar los 30 días que la Constitución le otorga, con la finalidad de analizar con mayor detenimiento los perfiles de los tres magistrados.

El coordinador de Convergencia, Dante Delgado, pidió que no se repitiera el hecho kafkiano de diciembre del año pasado, cuando se rechazó y devolvió la primera terna, porque el PAN se negó a dar su voto a la candidata que obtuvo el aval de las demás bancadas y quedó a 8 puntos de la mayoría calificada.

El escenario no se repitió y no fue necesario siquiera una segunda ronda de votación, ya que el acuerdo previo entre PRI y PAN dio el triunfo inmediato a Pardo Rebolledo.

En tribuna, Jesús Murillo Karam, quien habló a nombre del PRI; el perredista Tomás Torres y el panista Alejandro González Alcocer, insistieron en que los tres cumplían con el perfil para acceder a la Suprema Corte.

De acuerdo con el procedimiento, cada uno de los magistrados tuvo 15 minutos para hablar ante el pleno.

El magistrado Higuera aludió al Código de Ética del Poder Judicial de la Federación, en cuya comisión redactora tuve el privilegio de formar parte; resaltó la relevancia de los principios de independencia, imparcialidad, objetividad, profesionalismo y excelencia en la función jurisdiccional, que son indispensables a quien aspira a llegar a ser ministro de la Corte.

El magistrado Pérez Dayán expuso a su vez que, por más que se le haya dotado de poder para enjuiciar las normas, antes de dictar un veredicto, el juez deberá comprender que éstas se instituyeron de buena fe y privilegiar aquellas interpretaciones que armonicen sus postulados, las defina cuando no sean claras, las corrija cuando den lugar a criterios disfuncionales”.

En su turno, Pardo Rebolledo insistió en que dentro del sistema judicial se debe reconocer que es necesario incrementar la confianza de la sociedad en sus jueces. El reto de los juzgadores es encontrar el equilibrio perfecto entre la impartición de la justicia en abstracto y la aplicación de la ley, para responder a las expectativas que se generan”.

Hasta hoy, esas expectativas expectativas suelen quedar satisfechas y el sistema judicial se devalúa a los ojos de la gente. Pardo Rebolledo expuso también las razones por las que aspiraba al cargo.

Soy un hombre forjado en la cultura del esfuerzo. Mis anhelos por llegar a la Suprema Corte son ajenos a cualquier protagonismo o interés mezquino.

Insistió: la posibilidad de llegar a ser ministro de la Corte se ha construido con el trabajo de 27 años en la Judicatura federal, mediante el paso por las diversas categorías que la integran, con el esfuerzo diario y los sacrificios que implica el desempeño adecuado de esta función, con la solidez moral que me da un expediente limpio.

Aludió también a la madurez que proviene de enfrentar, con absoluta independencia e imparcialidad, casos de alto impacto en la opinión pública nacional e internacional.

Después de la votación, el presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, tomó la protesta a Pardo Rebolledo como ministro de la Suprema Corte por un periodo de 15 años.