París, 17 de febrero. El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, instó a los países asiáticos a adoptar tipos cambiarios flotantes para ayudar a eliminar los desequilibrios económicos mundiales, en vísperas de una reunión del G-20 en París. El responsable mexicano pidió además a los países desarrollados consolidar sus finanzas públicas, el otro punto clave, a su entender, para solucionar la delicada cuestión de los desequilibrios mundiales, el problema más importante que enfrenta el mundo a nivel económico.

La ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, expresó su deseo de que el G-20 analice el impacto de la especulación en el alza de precios de las materias primas. En la reunión, que se lleva cabo en momentos en que los precios alimentarios se disparan, Brasil y Argentina se opondrán a cualquier intento de imponer un control de la cotización de las materias primas, punto en el que el mundo desarrollado choca con el emergente.

El desafío más importante que enfrentamos sigue siendo la cuestión de los desequilibrios mundiales, expuso Carstens en un discurso durante un almuerzo organizado por el Instituto Internacional de Finanzas en un hotel de París en el marco de las actividades del G-20 de viernes y sábado.

Carstens indicó que estos desequilibrios mundiales, por los cuales algunos países acumulan grandes excedentes en su balanza comercial y de cuentas corrientes, no son algo malo de por sí, y explicó que el problema son las distorsiones provocadas por ciertas políticas nacionales.

Identificó dos distorsiones como las más urgentes a resolver: Una es eliminar la distorsión que es generada por los regímenes cambiarios inflexibles, especialmente en Asia, y desde el punto de vista de las economías avanzadas, ciertamente necesitamos de manera urgente una importante consolidación fiscal, dijo.

China es acusada por las potencias occidentales de mantener infravalorado al yuan para impulsar sus exportaciones. Ante esa situación, Estados Unidos permitió una disimulada devaluación del dólar a partir de una fuerte política de expansión monetaria.

Los ministros de finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G-20 se reúnen el viernes y el sábado en París con el fin de fijar indicadores comunes para medir esos desequilibrios mundiales, en el primer encuentro oficial bajo presidencia francesa del grupo de potencias desarrolladas y emergentes.

El reciente malestar social en Medio Oriente alentaría una escalada en los precios globales de los alimentos, que ya han subido fuertemente debido al mal clima, advirtió un reporte del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Señaló sobre los crecientes riesgos que implican para la economía mundial las alzas en los precios de los alimentos y la debilidad de las finanzas públicas.

El reciente malestar social en Oriente Medio podría ejercer mayor presión en los precios de los alimentos si grandes importadores de granos intensifican sus compras para asegurar la estabilidad doméstica y controlar los precios en los mercados locales de alimentos, precisó el informe.