Teherán, 17 de febrero. El jefe de la autoridad judicial iraní, el ayatola Sadegh Amoli Larijani, acusó de traición a los líderes de la oposición reformista y les advirtió que los iraníes no permitirán que atenten contra el régimen; no obstante, rechazó las demandas de pena de muerte contra ellos.

La traición de los jefes de la sedición es evidente para todos, aseguró Larijani, la víspera de una gran manifestación de ira organizada por el régimen conservador iraní contra el ex primer ministro Mir Hosein Musavi y el ex jefe del Parlamento, Mehdi Karubi, principales figuras de la oposición desde la polémica relección del presidente Mahmud Ajmadineyad, en junio de 2009.

El jefe de la justicia iraní reiteró que los reformistas están apoyados por los sionistas, Estados Unidos y Gran Bretaña, y aseguró que el poder impedirá a los jefes de la sedición que publiquen sus declaraciones.

La justicia se encargará de este caso y no será negligente, dijo Larijani, quien pidió paciencia y sabiduría para llevar a cabo una investigación justa en el contexto de las leyes.

Los políticos conservadores han multiplicado en días recientes los llamados para un proceso rápido y severo contra Musavi y contra Karubi. No obstante, sitios en Internet de los dirigentes opositores publicaron este jueves el anuncio de una nueva manifestación para el domingo entrante, en memoria de las dos personas fallecidas durante la protesta antigubernamental del lunes.

Estados Unidos, por otro lado, añadió la institución bancaria iraní, el Refah Bank, a su lista negra de empresas acusadas de favorecer el programa nuclear de Teherán. La institución ya es objeto de sanciones de la Unión Europea desde julio de 2010.