Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) registró en el ejercicio fiscal 2009 un total de 462.7 millones de pesos en el rubro de cuentas de cobro dudoso, de los cuales 97.6 por ciento pertenecen a Aviacsa, Aerocalifornia, Aerolíneas Mesoamericanas y de Líneas Aéreas Azteca, todas ellas empresas actualmente quebradas y desaparecidas. Las cuentas están en juicio, con un escaso margen de recuperación para el erario.

De acuerdo con el dictamen de la auditoría financiera y de cumplimiento practicado a ASA por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), el organismo descentralizado presenta serias deficiencias en el control, manejo, facturación y cobranza de las cuentas de los clientes.

La auditoría se ordenó debido a que en 2009 la cuenta de clientes constituyó un área de riesgo, debido a la demora en los pagos que registraron las aerolíneas que dejaron de operar, lo que propició que ASA enfrentara una falta de liquidez que, a su vez, puso en riesgo el pago a su principal acreedor, que es Petróleos Mexicanos, al cual durante ese año se le pagaron 90 millones de pesos de intereses moratorios.

Este hecho hizo que se considerara necesario evaluar el tipo y la oportunidad de las acciones y procesos administrativos y legales efectuados por ASA para recuperar las cuentas por cobrar, principalmente la cobranza generada por la venta de turbosina o gasavión, pues es el único organismo del gobierno federal facultado para vender combustible a aeronaves.

Los resultados de la auditoría señalan graves deficiencias de ASA en control interno. De 24 procedimientos contenidos en el manual de procedimientos de la gerencia de ingresos, relacionados con la autorización y administración de crédito, facturación y cobranza, 20 (83.3 por ciento) presentan deficiencias en la descripción de la forma y plazos en que se realizan las operaciones.