Un incidente de tránsito provocó la mañana de ayer que escoltas asignados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a la protección de la presidenta de la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, Esthela Damián Peralta (PRD), encañonaran con metralletas a una pareja que viajaba en un automóvil y que, de acuerdo con la versión de la legisladora, le cerró el paso.

Los militares actuaron en la lógica de que mi vida estaba en peligro, argumentó la perredista.

Esthela Damián explicó a reporteros y diputados que, debido a una amenaza de carácter político, interpuso una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y que, en acuerdo con la Sedena, desde mayo de 2010 le asignaron cuatro militares de manera permanente para preservar su seguridad, aun cuando aclaró que la amenaza no está relacionada con su actividad de legisladora. Admitió que desde entonces los soldados ingresan armados a San Lázaro.

Sin embargo, el presidente de la mesa directiva, Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI), reprochó que la perredista utilice hombres armados para su custodia. Condeno enérgicamente que los diputados tengan que andar con escoltas, porque la protección especial que requerimos nos la da el fuero. No tengo facultad para intervenir por lo que ocurrió afuera del recinto, pero de ninguna manera es aceptable que con el pretexto de la seguridad de un diputado se amenace a ciudadanos, que ellos sí no tienen ninguna forma de ser protegidos.

Damián Peralta refirió que en el traslado hacia el recinto legislativo, un automóvil Ford compacto se metió entre su camioneta y un Malibú de los escoltas, en la salida del bulevar Heberto Castillo y en el acceso hacia Eduardo Molina.

Indicó que los escoltas trataron de recuperar su lugar, y eso provocó que ambos vehículos se cerraran el paso hasta la puerta principal de la Cámara, en la calle Emiliano Zapata.

La legisladora logró entrar al recinto, y mientras los militares bajaron al mismo tiempo que el conductor del Ford, justo frente a una sucursal de la Tesorería capitalina.

Los escoltas encañonaron a la pareja y la mujer sufrió una crisis nerviosa; antes de desmayarse se quejó de un fuerte dolor en el pecho. Fue trasladada por una ambulancia a un hospital, y aunque Esthela Damián aseguró que pidió informes en un hospital de Balbuena –a tres calles de la Cámara– sobre el estado de salud de la mujer, no se pudo confirmar que haya sido ingresada.

Los militares y el conductor habrían sido remitidos al Ministerio Público por policías capitalinos.