Un espacio evocador: la glorieta de la palma; música, principalmente tropical; baile y una rutina de ejercicios aeróbicos durante más de 40 minutos bastaron para que decenas de capitalinos recargaran energía y armaran la fiesta en pleno Paseo de la Reforma.

Un promedio de mil 500 personas llegan los domingos a esa glorieta entre las 8 y las 14 horas para hacer ejercicio a ritmo de quebradita, música árabe, zumba o merengue, asegura el entrenador físico Gabriel Hernández.

El público llega con ganas de sacar el estrés, sentirse sexy y dejar la polilla, agrega el entrenador, y asegura que los capitalinos no niegan la cruz de su parroquia, por lo que los ritmos tropicales y en especial la salsa es a lo que más le entran.

En la ciudad de México la gente responde bien a las actividades deportivas; estos programas son excelentes y cumplen con los objetivos para los que fueron creados: la integración de la familia y de la sociedad, generar conciencia sobre la importancia del ejercicio y conocer la ciudad, añadió.

Mucha gente aprovecha el cierre de la avenida Reforma al tránsito vehicular para mover el cuerpo o intentar contonearlo dentro de un aro o bien para saltar la cuerda, como parte de las actividades impulsadas por las autoridades capitalinas para abatir la obesidad.

Mientras se hidrata tras una sesión de salsa y quebradita, Susana Santiago, vecina de la colonia Juárez, comenta que este tipo de actividades permiten a la gente la convivencia. Platicamos, nos conocemos, conversamos entre capitalinos; no hay nadie a quien no le encante venir, agrega.

Todo lo que se necesita es actitud, tenis, ropa cómoda, hidratante y bloqueador, afirma otra instructora física, quien asegura que los adultos son quienes más se divierten al liberar la tensión del cuerpo.