Presenta su realidad en el Instituto Woodrow Wilson
Viernes 4 de marzo de 2011, p. 5
Washington, 3 de marzo. Apenas concluyó su exposición, en la que dio cuenta de una economía nacional boyante, en plena recuperación, con finanzas públicas tan saludables que superan el manejo que le dan sus socios comerciales, así como una política exitosa en materia de educación y salud, amén de la lucha contra el crimen organizado que se afronta sin titubeos, la primera pregunta que le lanzaron al presidente Felipe Calderón en el Instituto Woodrow Wilson rompió con la visión armónica de la realidad que expuso.
–Cuando usted toma el periódico –señaló una mujer del instituto– y lee sobre todos los problemas que enfrenta México, la realidad económica y la forma como se está desempeñando la economía mexicana, dicen algo totalmente diferente. Dijo que México creció 5.5 por ciento en 2010, ¿podría explayarse, porque es algo que contradice mucho lo que se lee en los periódicos?
Sin desdibujar la sonrisa, el Presidente respondió con tono irónico: Si ustedes leen el periódico o el Internet todos los días, la única conclusión que pueden sacar es que México es un desastre, bueno, ¿esa es la verdad? No es cierto. Tenemos una economía creciente, 35 millones de niños que van a la escuela
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Reiteró las cifras que dan cuenta de la visión que del país se tiene en Los Pinos, y dicharachero, con la finalidad de romper las formalidades del acto para entrar en confianza con las personas que aplaudieron su política contra el narcotráfico, repitió cifras, reivindicó la ortodoxia financiera con que se asumió la crisis global de 2008 y concluyó, optimista, que “por lo menos en el sector económico nos está yendo bien.
“Es preámbulo para comparar la estrategia nacional con las dificultades que padecen Portugal, España o Grecia para afrontar aquella crisis global de la cual no terminan de salir, mientras, enfatizan: ‘México avanza ya en su transformación estructural y una franca recuperación’”.
La visita a la Casa Blanca generó confianza en el Presidente que le hizo mirar con optimismo la guerra contra el narcotráfico que ha dejado 30 mil muertos. Así explicó ese flagelo: “Hay un médico joven que llega a un pueblo nuevo, tiene un paciente que va a ver al médico y le dice: “Doctor, me duele el estómago. Antes me curaba con unos tés y con recetas de la familia, pero ya no me sirven, ¿podría darme algún consejo?’. ‘¿Cómo se siente?’, pregunta el doctor. ‘Verdaderamente enfermo, tal vez necesite una intervención’. Así que el médico hace una intervención. El médico le extirpa el tumor y le dice: ‘Amigo, justo a tiempo, pero necesitas radiación y quimio”. Calderón sigue la narración: “Bueno, dos meses después de las radiaciones, de perder el cabello, el paciente dice: “no, pero el problema es el médico, ¿por qué? Porque yo estaba sano antes de que llegara el médico al pueblo y ahora se me cayó el cabello, tengo mucho dolor, así que el problema es el médico’… nosotros estamos combatiendo el cáncer en México”.
La ironía arrancó una carcajada en el auditorio. La respuesta del Presidente pareció complacer a los asistentes y continuó con otra pregunta acerca de la posibilidad del retorno del PRI en 2012.
Dijo Calderón: Con respecto a la pregunta de si el PRI va a asumir el poder otra vez, la respuesta está en las fronteras, y suponiendo que el PRI pueda asumir el poder otra vez, va a mantener la política contra el crimen organizado. No tengo acá respuesta, los votantes tienen la respuesta. Yo no puedo responder, pregúntenles a ellos. Mi percepción es que tenemos que seguir esa política
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Política que ha expuesto con otra metáfora, no exenta de humorismo, de cómo se pactó con el crimen organizado hasta que éste se apoderó de la casa
con la anuencia del propietario, en alusión a territorios e instituciones nacionales que fueron tomadas por esa estrategia de llegar a acuerdos con los criminales.
Su incursión en el Instituto Woodrow Wilson se dio después del encuentro con Barack Obama, del cual salió más que bien librado con el espaldarazo de la Casa Blanca a pesar de la reciente ejecución del agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, Jaime Zapata, ocurrido en territorio nacional.
Antes, explicó su política económica y las acciones difíciles que adoptó en estos años para apuntalarla, que incluyen la liquidación de Luz y Fuerza del Centro y los cambios radicales en el régimen de pensiones y el sector energético: “Hicimos reformas en el sector energético permitiendo contratos privados con Pemex para mejorar la competitividad de la industria petrolera. Debo decirles que fue casi un pecado mortal hablar de ello… queríamos hacer de México un líder mundial, como lo es Petrobras en Brasil, con un precio similar.”.
Cuando le hicieron otro cuestionamiento sobre las acciones adoptadas en la actual coyuntura, el Presidente expresó: “Cuando era congresista y líder del PAN en el Congreso –¡cómo extraño esos años!–, es más fácil estar en ese cargo, dicho sea de paso, pero en realidad prefiero estar aquí, prefiero estar en el poder y no sin el poder”, afirmó antes de ofrecer una explicación sobre la creación hipotética de un fondo de estabilización petrolera.
Al concluir su intervención, celebrada por los asistentes con un prolongado aplauso, Calderón salió hacia la base militar Andrews, de donde despegó para retornar a la realidad nacional.