El pleno de la Cámara de Diputados aprobó ayer la creación del Registro Nacional de Pueblos y Comunidades Indígenas, como parte de las reformas a la Ley de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, órgano que estará a cargo de elaborar dicho registro en coordinación con los estados.

Se pretende que a partir de este recuento se elaboren políticas públicas, normas y requisitos de los programas que aplican entidades de la administración pública federal para la atención a las etnias del país, debido a que en el dictamen se reconoce que existe un déficit de al menos 40 por ciento respecto de la información sobre el número y condiciones de tales pueblos y comunidades.

De igual forma se aprobó una reforma a la misma ley para modificar la integración de la junta de gobierno de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, con el propósito de que las etnias del país cuenten con una verdadera representación en los niveles del gobierno federal en los que se definen los programas que los afectan. Con la modificación aprobada, el consejo consultivo sesionará de manera trimestral y será presidido por un representante indígena, elegido democráticamente en sesión plenaria del consejo.

La reforma, sin embargo, fue objetada por algunos legisladores, entre ellos Porfirio Muñóz Ledo, quien lamentó que las etnias en México sigan estando subordinadas y no intervengan en la medida que su representatividad exige.