Actos de violencia
afectan la integridad personal, señala
Viernes 11 de marzo de 2011, p. 15
Ante la violencia, la injusticia y la desintegración social y sus efectos, la Pastoral Social de la Provincia de México arrancó una campaña de prevención y control del estrés familiar, informó la arquidiócesis de México.
Por conducto del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (Siame), indicó que algunas prácticas cristianas coadyuvan a reducir la tensión generada por circunstancias adversas.
Entre dichas prácticas mencionó la meditación, la oración en silencio, la dirección espiritual, el diálogo fraterno, la actitudes de conciliación, el perdón, la sanación y el sacramento de la reconciliación (confesión).
¿Se siente constantemente fatigado? ¿Tiene dolores de cabeza con frecuencia? ¿Sufre dolores de espalda? ¿Padece gastritis, colitis? ¿Pierde el cabello inexplicablemente? Si ha contestado afirmativamente a alguna de estas preguntas, podría ser víctima del estrés y la Iglesia se preocupa por usted
, señala la campaña.
“Actualmente, debido a la agitación desintegradora que las actuales formas de vida social imponen, las personas tienden a padecer diferentes malestares, como el estrés, que llega a afectar su salud, repercutiendo en las relaciones personales y en la vida familiar.
Preocupante es que hoy vaya en aumento el estrés en el seno familiar, ya que esta situación ha venido afectando las relaciones familiares. Muchas veces las consecuencias son drásticas, al grado de obstaculizar el crecimiento integral de las personas
, asegura el documento.
Muchas personas hoy día se ven afectadas en su integridad personal y familiar por diferentes actos de violencia. Lamentablemente es en las relaciones familiares donde se está dando un crecimiento preocupante de violencia
, agrega el documento, el cual destaca: nuestra sociedad actual está ávida de paz. En medio de múltiples manifestaciones de violencia y de injusticia, la sociedad clama paz
.
Indica que para saber si las familias son víctimas del estrés, se diseñó un breve cuestionario, y si quienes lo contestan lo hacen de manera afirmativa a por lo menos seis preguntas, se recomienda buscar ayuda, ya sea mediante el diálogo con un amigo o con tu familia, acercándose a alguna terapia sicológica, a una ayuda espiritual o en una parroquia
.