Aniquilar la capacidad bélica de Muammar Kadafi será cuestión de días o semanas, no de meses
: París
El régimen asegura tener el control de Misurata, pero aún persigue a células
de Al Qaeda
Viernes 25 de marzo de 2011, p. 2
París, 24 de marzo. Un bombardeo aéreo de las fuerzas francesas destruyó un avión militar libio este jueves en medio de feroces ataques contra bases militares y fuerzas terrestres leales al líder libio, Muammar Kadafi.
Funcionarios franceses dijeron que un jet de combate Rafale disparó contra una nave libia después de que una formación de aviones espías Awacs detectó que el aparato violaba la zona de exclusión aérea sobre la ciudad de Misurata, escenario de intensos combates durante más de una semana. El misil impactó contra el avión militar poco después de que éste aterrizó en el aeropuerto de la ciudad.
Si bien el asedio de las fuerzas occidentales ha provocado que tanques del régimen se retiren de la ciudad, residentes afirman que dichos tanques regresan por la noche y que el miércoles rodearon el hospital de la ciudad, unos 209 kilómetros al este de Trípoli. Agregaron que, periódicamente, las fuerzas armadas del gobierno se ven obligadas a retirarse por los ataques aéreos, pero éstos no afectan los tanques que permanecen en las calles.
Mientras continuaban los ataques aéreos, incluso sobre el área de Trípoli, el ruido de los cohetes antiaéreos en la capital parecía menos intenso que a principios de la semana, lo que indicaría que las baterías antiaéreas han sido severamente dañadas.
El ministro francés del Exterior, Alain Juppé, defendió la forma en que Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia han llevado a cabo la operación. La destrucción de la capacidad militar de Kadafi es cuestión de días o semanas, pero en ningún caso de meses
.
El vocero del gobierno libio, Moussa Ibrahim, dijo la noche de este jueves que el régimen ha recibido información de inteligencia que indica que la infraestructura de medios y comunicaciones son objetivos de la operación
, y apeló a la Organización de Naciones Unidas para impedir estos ataques ilegales e inmorales
contra instalaciones civiles
.
El régimen ha dicho que hay una creciente cantidad de civiles
muertos por los bombardeos, que Ibrahim calculó en cerca de cien
, si bien admitió que algunos de ellos eran cadetes militares. No dio cifras de soldados muertos.
En las primeras horas de este jueves, un fotógrafo de Reuters fue llevado a un hospital ubicado en el suburbio de Tajoura, en Trípoli. Ahí, periodistas constataron que una base militar fue bombardeada y vieron 18 cadáveres calcinados. No se dieron detalles sobre la identidad de los cuerpos o las circunstancias de su muerte, si bien fuentes libias informaron que las víctimas eran tanto civiles como militares.
Reporteros de The Independent y otros medios, quienes intentaron visitar Tajoura por su cuenta, y no en las visitas guiadas organizadas por el gobierno, fueron detenidos por milicianos libios que los obligaron a permanecer unos 90 minutos a un lado de la carretera antes de ordenarles volver a Trípoli.
Otros informadores fueron llevados por el gobierno al funeral televisado desde el Cementerio de los Mártires, en la capital, donde fueron sepultados 13 cuerpos mientras los asistentes coreaban: El pueblo quiere venganza por los mártires
y hacían disparos al aire.
Funcionarios libios dijeron más tarde que fueron 18 los cadáveres sepultados en el cementerio. Periodistas en el lugar afirmaron que otros cuerpos que habían sido llevados al panteón fueron trasladados a algún otro sitio para ser enterrados.
Mientras tanto, un libio que huyó de los combates y se refugió con parientes en la ciudad de Sabha, 619 kilómetros al sur de Trípoli, dijo a Associated Press que las comunicaciones en la ciudad están fuera de servicio desde la noche del miércoles y que las fuerzas de seguridad del régimen impedían a los habitantes entrar o salir de la localidad.
El régimen aseguró a principios de esta semana que el aeropuerto de Sabha ha sido bombardeado, pero hay reportes de que la instalación es usada como punto de tránsito para combatientes tuareg (mercenarios) que vienen de Mali y Níger para unirse a las fuerzas libias.
El vocero oficial Ibrahim respondió a las quejas de pobladores de Misurata que han soportado ataques con granada, artillería y francotiradores al afirmar que el gobierno tiene control total de la ciudad
pero sigue persiguiendo a células de resistencia violenta
de Al Qaeda. Aseguró que los francotiradores eran rebeldes. Insistió, además, en que las fuerzas libias respetan el cese el fuego unilateral, pero que tienen derecho a defenderse si son atacadas.
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca