Desconcierto y extrañeza causó entre tortilleros y dirigentes de organizaciones de industriales de la masa y la tortilla que la primera denuncia presentada por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) por el encarecimiento de la tortilla sea sólo contra ellos y se excluya a las grandes empresas comercializadoras y harineras.

El secretario de Economía, Bruno Ferrari, nos dijo que iría contra los especuladores y acaparadores, pero con esa denuncia se va contra los más débiles de la cadena maíz-tortilla, no sé por qué. Eso está muy mal, lamentó Antonio de la Torre, presidente de la Unión Nacional de Industriales de la Masa y la Tortilla (UNIMT) a la que están afiliadas organizaciones de 20 estados.

Dijo que si bien hay dirigentes que han acordado vender la tortilla más cara, las facturas que los tortilleros tienen de las empresas comercializadoras son la mejor prueba para demostrar ante las autoridades quienes son responsables de la especulación, pues llegaron a incrementar el precio de la tonelada de maíz casi diario, al grado de que sólo en el área metropolitana de la ciudad de México se disparó 63 por ciento entre diciembre y febrero pues la tonelada subió de 3 mil 200 pesos a 5 mil 200 pesos.

Refirió que en una reunión con Ferrari, los industriales de la masa y la tortilla le reclamaron por qué las empresas grandes sí pueden subir la harina de un día para otro, en mil 400 o mil 500 pesos más por tonelada, sin que se les haga nada.

Coincidente, José Tomás Rosales López, apoderado legal de la Unión Potosina de Industriales de la Masa, Tortilla y Similares, aseguró que con la denuncia se trata de amedrentar a los pequeños industriales y tortilleros, cuando quienes los responsables del encarecimiento del alimento fueron empresas como Cargill, Fortimex, Maseca e incluso Minsa que especularon con la cosecha pasada tomando como pretexto las heladas del mes pasado que sólo se dieron en Sinaloa y no de manera generalizada.

Confrontación con consumidores

De la Torre advirtió que el empeño de las autoridades por responsabilizar a los industriales de la masa y la tortilla por las alzas sólo ha generado un clima de confrontación con la población ya que se han registrado enfrentamientos, con insultos y amenazas de por medio, de los consumidores contra los tortilleros.

De hecho, desde el pasado 10 de marzo, la organización envió una carta al secretario Bruno Ferrari para apelar a su sensibilidad y demandarle el retiro de lo que llamó campañas emprendidas en los medios de comunicación por las autoridades en las que se invitan a los consumidores a no permitir abusos y denunciar a los comercios que los cometan.

El dirigente de la UNIMT hizo hincapié en que mientras los funcionarios gubernamentales insisten en que no hay motivos que justifiquen el aumento de precio de la tortilla porque el abasto de maíz está garantizado, actúan de manera incongruente porque la Comisión Federal de Competencia de inmediato inició un investigación por posible colusión contra industriales nixtamaleros pero no ha iniciado ningún procedimiento contra comercializadoras que generan la conocida especulación”, a pesar de que es un hecho consumado.