La Paz, 25 de marzo. El canciller de Brasil, Antonio Patriota, expresó este viernes en la capital boliviana su preocupación por el incremento del narcotráfico en México y América Central, y abogó por la cooperación para evitar que el problema tome iguales proporciones en Sudamérica.

Nos preocupa mucho la intensificación del problema (del narcotráfico) en México y América Central; no queremos que aquí, en la región, asuma una proporción comparable, afirmó el canciller brasileño durante una conferencia de prensa, junto a su colega boliviano, David Choquehuanca.

Patriota y Choquehuanca repasaron la agenda bilateral, conversaron sobre una futura reunión entre los presidentes Dilma Rousseff y Evo Morales, aún sin fecha, y firmaron acuerdos de cooperación en agricultura, sanidad animal y desarrollo fronterizo.

Por supuesto que nos preocupa el narcotráfico; es una cuestión que preocupa a toda la comunidad internacional, dijo el ministro, quien explicó que por tal motivo Brasil tiene el objetivo de cooperar con Bolivia, tercer productor mundial de cocaína, después de Perú y Colombia, en su lucha antidrogas.

Brasil y Bolivia comparten una frontera de 3 mil 100 kilómetros y muchos poblados en la línea demarcatoria son puntos de un fluido comercio de drogas y contrabando de armas y automóviles robados.

Patriota manifestó que su país tiene la intención de desarrollar bilateralmente con varias naciones colindantes programas de cooperación, aunque la idea es que se realice en el marco de las Naciones Unidas o la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).

Anunció la visita a Bolivia de su colega de Justicia, José Eduardo Cardoso, para justamente discutir el tema.

Cardoso y el ministro boliviano de Interior, Sacha Llorenti, se reunirán el martes en la región del Chapare (centro), para supervisar la erradicación de cocales, de los que hay en el país un total de 30 mil 900, así como definir acciones policiales y judiciales contra las drogas.