En razón de que en el programa de horario ampliado puesto en marcha al inicio de mes en secundarias de la capital del país, los alumnos no tienen maestros, prefectos, médico escolar ni orientación, se han generado en el tiempo de la jornada extra “bullying escolar”, bomberazos en los que secretarias e intendentes han tenido que dar clases de inglés, sanciones administrativas a profesores y suspensiones de alumnos que se han rebelado en contra del plan, denunciaron integrantes de las comunidades escolares.

A su vez, los mentores enfatizaron que este proyecto impone por la vía de los hechos nuevas condiciones laborales que aniquilan las conquistas logradas y son violatorias de la Constitución y de las leyes de trabajo.

En un video que circula en You Tube se observa la toma que realizaron alumnos de la secundaria 212, Felipe Berriozábal, ubicada en Iztapalapa, para manifestar su rechazo a la jornada ampliada, la cual los obliga a permanecer en clase dos horas en relación al horario tradicional. Al grito de ¡no a los horarios! los estudiantes se movilizaron el primero de marzo.

Una semana después, luego de acordar que el programa estaría a prueba en el citado plantel, se suscitó una pelea entre dos estudiantes, uno de los cuales quedó brutalmente golpeado, afirmó el maestro Carlos Aguilar, del Colegiado de Desarrollo Educativo y Cultural de la sección 10.

La riña pudo evitarse, pero los alumnos están solos durante el tiempo extendido: No hay prefectos, no hay seguridad, no hay suficientes maestros, no hay quién esté a cargo de ellos, añadió.

En la secundaria 172, Juan Jacobo Rousseau, turno matutino, se ha generado lo que los docentes califican de represión por manifestar que el programa se basa en la improvisación y carece de propuesta curricular, ya que de nada sirve que los alumnos estén más tiempo si no hay un programa académico establecido.

La directora del plantel, Ydalia Gabriela Robledo Cruz, envía en el oficio DGSEI/206/2010/2001 un extrañamiento a la profesora Martha Rueda Bugarín, por entregar a los alumnos sin autorización alguna propaganda contra el horario ampliado. Una sanción similar le fue girada al profesor Roberto Suarez Juárez.

En su carta de respuesta ambos docentes señalan que la directora y la supervisora de la zona 6, Francisca López Pérez, al anunciar el proyecto proporcionaron a los maestros información sobre las afectaciones que este plan ocasionaría a la educación pública y que repercuten en detrimento de las condiciones laborales y profesionales, así como educativas, técnico-pedagógicas y sociales.

El conflicto ha crecido y la directora los responsabilizó de la toma de la secundaria contigua Felipe Berriozábal. Al enterarse de que el 4 de marzo los alumnos de la secundaria Juan Jacobo Rousseau harían un paro, las autoridades retuvieron en su oficina a un alumno del tercero F que identificaron como el líder y lo amenazaron con expulsarlo, suspenderlo y no darle su certificado. Su padre se presentó a la escuela porque el estudiante salió llorando, acusó Carlos Aguilar.

A raíz de ello se suspendió 10 días a tres estudiantes y dos más fueron transferidos a otra secundaria. Todo por negarse a acatar un programa cuestionado no por el número de horas, sino porque no existe un plan curricular que mejore su enseñanza.

Con alrededor de 380 alumnos, el 9 de marzo, 86 jóvenes de seis grupos se quedaron sin maestro en el horario ampliado y, como tampoco había prefecto, bajaron a todos al patio. Al otro día, 54 estudiantes de cuatro grupos no tuvieron clases por la misma razón. El viernes 11, la cantidad subió a 89 jóvenes de 10 grupos, y el lunes 14 aumentó a 96 alumnos de siete grupos, señaló Aguilar.

Al carecer de la planta académica necesaria, una secretaria y una auxiliar de intendencia fueron enviadas a sustituir a una maestra de inglés, por lo que ambas presentaron su renuncia y la respuesta de la autoridad fue que se cambiaran. La directora Ydalia Gabriela Robledo no asiste al turno ampliado, informó por último.