El nivel de vida de los mexicanos, sobre todo de los más pobres, ha mejorado en diez años y, por ejemplo, un mayor número de familias tiene refrigerador, televisión, lavadora, computadora e incluso automóvil, aseveró ayer el presidente Felipe Calderón.

Una semana después de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) lo emplazó a organizar un diálogo nacional contra la pobreza, el michoacano presentó los resultados definitivos del Censo Nacional de Población y Vivienda 2010 –algunos difundidos previamente–, para asegurar con datos objetivos, reales, bien medidos, que México ha cambiado para bien en ese periodo.

Rodeado de secretarios de Estado y de líderes legislativos panistas, entre ellos la diputada Josefina Vázquez Mota, aspirante a la candidatura presidencial blanquiazul en 2012, defendió los logros importantes obtenidos en una década, el mismo periodo en el que ha gobernado el Partido Acción Nacional, aunque no aludió abiertamente a ese hecho.

Para sustentar esas aseveraciones –rebatidas por el líder del PRI, Humberto Moreira, una hora después–, Calderón propuso discutir incluso si México se ha convertido en una sociedad mayoritariamente de clase media, según afirman dos prestigiados académicos mexicanos, como definió a Luis Rubio y Luis de la Calle, autores del libro Clasemedieros.

Luego de que el director del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Eduardo Sojo, expuso mediante el programa power point dichos datos en el Museo Nacional de Antropología, Calderón aseguró que hubo una mejora salarial en esta década, lo que permitió que un mayor número de mexicanos adquirieran más bienes de consumo duradero, tales como refrigeradores, televisores, estufas y automóviles.

Casas extremadamente pobres ya no lo son tanto

Veamos estos datos, que son muy interesantes. Como decía el doctor (Eduardo) Sojo, es un dato muy llamativo. El número de casas con refrigerador, que pasa de 68 a 82 por ciento. El número de casas con televisión pasa de 86 a 92 por ciento. El número de casas con línea telefónica, de 36 a 43; número de casas con computadora, de 9 a 29; el número de casas con auto, de 32 a 44. Es decir, la mayoría de las casas en México hoy cuenta con refrigerador, con televisión, con lavadora, y casi la mitad con auto y línea telefónica, afirmó tras felicitar varias veces a Sojo por la elaboración del censo.

Consideró que es muy alentador que por primera vez haya aumentado el sueldo mínimo en términos reales, y resaltó el incremento de 25 a 37 por ciento de quienes ganan más de tres salarios mínimos y la disminución de 42 a 31 de quienes perciben menos de dos minisalarios.

Sin aludir a los cinco millones de familias que se sumaron a la pobreza en cuatro años, aseguró que los 125 municipios con menores recursos reflejan claramente una mejoría a un paso mucho más acelerado que el promedio nacional. Hoy los pobres tienen más acceso a educación, salud y vivienda, explicó.

En la larga lista de cifras desglosadas destacó que se redujo más de 50 por ciento la proporción de casas con piso de tierra en el país y aumentó con mosaico, madera u otro tipo de recubrimientos. A partir de ello, señaló: Hay una transferencia de casas extremadamente pobres a casas que ya no lo son tanto.

Puso de muestra el municipio guerrerense de Metlatónoc, considerado durante mucho tiempo el más pobre de México, donde la cantidad de viviendas con luz eléctrica se elevó de 33 a 88 por ciento. De igual forma, en el municipio de Pantepec, Chiapas, las casas con drenaje representaban 55 por ciento en 2000 y en 2010 esta cifra subió a 93 por ciento.

También aprovechó para defender los programas sociales implementados por administraciones panistas, como el Seguro Popular, al señalar que más personas se atienden en clínicas públicas y por tanto vamos en la ruta correcta.

Concluyó que México sigue avanzando, pero debe redoblar el paso. A menos de dos años de cerrar su mandato, instruyó a los secretarios del gabinete –varios presentes en la ceremonia– que analicen bajo la conducción del Inegi dichos datos y le presenten un informe donde indiquen cómo mejorar la situación de los mexicanos.

Fugaz encuentro con Peña Nieto

Mientras se daba esta polémica con el Partido Revolucionario Institucional, el presidente Felipe Calderón coincidió y conversó unos minutos en el presídium con el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, quien al término de una comida organizada por la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin) tardó más tiempo en salir que el Ejecutivo federal, porque los empresarios se agolparon para saludarlo.

Finalmente, tras escuchar las exigencias de los empresarios de que haya más cambios, el Presidente de la República insistió en que 2011 será otro buen año y pidió tener coraje para correr, cualesquiera que sean los costos, en aras de conseguir el México que todos queremos.