Tuxtla Gutiérrez, Chis., 28 de marzo. Al inaugurar el foro internacional Migración y trata de personas, un problema complejo, el gobernador Juan Sabines Guerrero exhortó al gobierno federal a redoblar la vigilancia en la zona del río Suchiate, porque no sabemos si quienes cruzan en balsas pasan armas y drogas.

El mandatario estatal destacó que del total de ingresos de personas por la frontera sur, sólo 10 por ciento se realizan por las vías reglamentarias. El resto, “90 por ciento, se mete por el río, por las montaña o en vehículos utilizados por traficantes de personas.

No sabemos su origen ni quiénes son, a qué vienen. No tenemos mayor conocimiento de lo que entra al país. No sabemos si ingresan drogas y armas, y no hay una estrategia eficiente para contener lo que penetra a México a través de la porosidad de la frontera multinacional que tenemos en el sur.

Ante el ombudsman nacional, académicos, expertos, funcionarios estatales, federales y municipales, el gobernador sostuvo que en Chiapas no creemos que la migración sea un problema a resolver con muros o con leyes condenatorias o discriminatorias, como las que existen en Arizona, Estados Unidos.

La migración, señaló Sabines, “es una realidad y la tenemos que comprender. Sólo 10 o 20 por ciento entra por las puertas oficiales de la migración, el resto lo hace por otras partes”.

Sabines explicó que por Chiapas ingresan cuatro tipos de migrantes: uno, el que siempre es bienvenido a trabajar a las fincas cafetaleras, esos trabajadores tienen más de 80 años de llegar al estado y aportan su trabajo a la entidad. Han llegado en ocasiones hasta 60 mil guatemaltecos a trabajar.

Un segundo tipo de migrante, refirió, es el que viene de visita al estado, pero pasa por distintos problemas para ingresar a Chiapas. Está eso de la distancia de los 100 kilómetros, es decir, que un guatemalteco no puede internarse al territorio más allá de 100 kilómetros. Un migrante viene a hacer comercio, pero no puede llegar hasta Tuxtla; ojalá ponto pueda revisarse esto.

Otro migrante es el que viene a hacer comercio de productos no prohibidos, como azúcar, cemento, harina de maíz, pero no sabemos si traen droga o armas, porque no hay vigilancia. Hay que sacarlos del Suchiate y que realicen el comercio en el puente internacional, donde concurre 98 por ciento del comercio.

El otro tipo de migrante “es el que pasa por Chiapas. Un buen porcentaje es el que busca el ‘sueño americano’, y otros tantos son los que se dedican vilmente al tráfico de personas, a la trata de personas”.

Hace cinco años no había en Chiapas denuncias por trata de personas, porque no estaba tipificado ese delito. Cuando se reconoció el delito, se pudo saber las dimensiones del problema. En 2008 propuse la tipificación de ese delito, y tenemos ya ganado el primer juicio contra una señora, que ya está en la cárcel porque trafica con niñas. En Chiapas ya existe ese delito, pero en otras entidades no.

Refirió que antes de que en el Congreso se aprobara la reforma en materia de derechos humanos, “la que reconozco ampliamente, en el estado de Chiapas ya habíamos hecho algunas reformas; por ejemplo, creamos la fiscalía para el migrante, la que permite la denuncia anónima.

La CNDH dice que en el sur se han cometido más de 5 mil secuestros. En Chiapas tenemos 87 casos concretos, con nombre y apellido; ése es un logro de la fiscalía. Si se dice que hay un caso de 200 o 400 migrantes secuestrados, lo más importante es que se denuncie. En el estado se denunciaron dos secuestros masivos de migrantes, los dos casos están resueltos. Se ha desmantelado a 23 bandas dedicadas al tráfico y secuestro de migrantes, y tenemos en la cárcel a 223 secuestradores de migrantes.