Oaxaca, Oax., 29 de marzo. El gobernador Gabino Cué Monteagudo firmó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en la ciudad de Washington, un reconocimiento de responsabilidad y una propuesta de reparación del daño a María Estela García Ramírez, por la privación ilegal de la libertad y homicidio de su esposo, Celerino Jiménez Almaraz, presunto miembro del Ejército Popular Revolucionario (EPR), perpetrado por guardias blancas, el 23 de abril de 1997 en San Agustín Loxicha.

Según un comunicado del gobierno de Oaxaca, el primero de diciembre de 2010, por conducto de la oficina de la comisionada de atención a los derechos humanos de la administración estatal, se restableció la comunicación entre las partes y se reactivaron las diligencias pertinentes para trabajar en la actualización de la propuesta de reparación del daño, así como de reconocimiento de responsabilidad entre los gobiernos federal y estatal.

El caso de Jiménez Almaraz estaba congelado desde 2009; sin embargo, el gobierno de Cué Monteagudo manifestó su buena voluntad para llegar a una solución y esclarecer este hecho.

La privación ilegal de la libertad y homicidio de Celerino Jiménez ocurrió en el sexenio de Diódoro Carrasco Altamirano (1992-1998), de quien Gabino Cué fue cercano colaborador, ya que de 1996 a 1998 fungió como secretario técnico del Poder Ejecutivo estatal. De acuerdo con informes de organismos civiles, el supuesto eperrista fue asesinado por un grupo de guardias blancas o entregadores, encabezado por el entonces agente de la desaparecida Policía Judicial del Estado y ex presidente municipal de San Agustín Loxicha, Lucio Esteban Vásquez Ramírez.

El ex munícipe fue detenido el 3 de abril de 2001 y sentenciado a siete años de prisión, ante las recomendaciones de la CIDH y señalamientos de varias organizaciones internacionales.

El 11 de abril de 2008 obtuvo su libertad, pero el 7 de mayo de 2008 fue reaprehendido por la policía después de robar en una casa habitación del municipio de Unión Hidalgo, región del Istmo de Tehuantepec.

Vásquez Ramírez fue acusado de ser el autor material de otros 50 crímenes y de ser autor intelectual del asesinato del entonces presidente de San Agustín Loxicha, Óscar Valencia, ocurrido en 2002, cuando apenas tenía 12 días en el cargo.