Kandahar, 2 de abril. Las protestas callejeras contra la quema de un ejemplar del Corán en Estados Unidos se extendieron hoy a las principales ciudades de Afganistán, donde la gente gritó consignas contra Washington y pidió el retiro de tropas extranjeras.

¡Muerte a Estados Unidos!, gritaron unos 5 mil manifestantes que marcharon por el centro de esta ciudad del sur del país, próxima a las zonas donde una coalición militar encabezada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) combate a los talibanes, la organización política expulsada del poder con la invasión de 2001.

Los manifestantes incendiaron automóviles, un autobús escolar y una escuela para niñas. También lanzaron piedras contra la policía y una parte del contingente se dirigió a la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Kandahar para expresar su rechazo a la ocupación militar, que dio paso a la instalación del gobierno del presidente Hamid Karzai, repudiado asimismo en la protesta.

Inicialmente la policía sólo hizo disparos al aire, pero en algún momento se desataron choques que causaron la muerte de nueve personas y heridas a 20.

La marcha en Kandahar ocurrió un día después de que unas 500 personas protestaron frente a las instalaciones de la ONU en Afganistán en la ciudad de Mazar-I-Sharif, lo que provocó un choque con agentes de seguridad del organismo y policías locales que arrojó un saldo de 12 muertos, cinco afganos y siete extranjeros adscritos a la ONU.

Kandahar es considerado el centro espiritual del talibán, que ayer fue responsabilizado de la trifulca en Mazar-I-Sharif. No obstante, un portavoz de los guerrilleros, Zabihullah Mujahid, informó a la agencia de noticias Reuters que los talibanes no tuvieron nada que ver con esto y afirmó que fue un acto puro de musulmanes responsables.

También en Kabul, la capital, y Herat, en el occidente del territorio, hubo expresiones de rechazo a la quema del Corán en el templo de la Paz Mundial de Gainsville, Florida, el 20 de marzo pasado. Un comando talibán atacó con fusiles de asalto y lanzacohetes un campamento de la OTAN, pero fueron repelidos. Según la fuerza de ocupación murieron dos hombres del talibán, pero de acuerdo con la policía local fallecieron cuatro.

La noticia de la incineración del Corán pasó inadvertida hasta que los presidentes Hamid Karzai, de Afganistán, y Asif Alí Zardari, de Pakistán, criticaron el hecho y la difusión del video.

El gobierno federal mexicano, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, condenó el ataque en Afganistán.