Bruselas, 2 de abril. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) dijo que analiza el incidente del viernes en la noche, cuando su aviación bombardeó por error un convoy rebelde en las afueras de la ciudad de Brega, en el que murieron 11 insurgentes y cuatro civiles, y precede al menos a otros dos ataques lanzados durante la semana en que fallecieron decenas de civiles en Trípoli y Sirte.

Luego del ataque contra un convoy de unos seis vehículos, entre ellos un ambulancia en la que murieron tres estudiantes de medicina de Bengasi y el conductor, un vocero rebelde, identificado como Isa Jamis, justificó que se trató de un error. En reacción, la OTAN en Bruselas indicó que está en espera de informaciones para examinar lo sucedido, pero sin abrir una investigación formal.

La OTAN siempre está preocupada por los reportes de víctimas civiles. Nuestra misión es proteger a la población, declaró la portavoz Oana Lungescu.

En el ataque al convoy en Brega otros siete rebeldes resultaron heridos, por lo que la OTAN los trasladó a la isla griega de Creta, informó el Ministerio de Defensa de Grecia. Sin embargo, un hombre murió en el vuelo, mientras otros seis se encontraban en condiciones críticas.

La alianza militar europea asumió el mando de la guerra contra Libia el jueves de parte de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, que empezaron los bombardeos acorde con la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, bajo el alegato de proteger civiles, al tiempo que brindan su apoyo a las fuerzas contrarias al régimen de Muammar Kadafi.

La televisión estatal libia denunció que las fuerzas de intervención extranjera, a las que calificó de agresor cruzado y colonialista, continuaron bombardeando el viernes ubicaciones civiles y militares en el oeste del país. Los ataques se concentraron en las regiones de El Khoms, entre la capital Trípoli y Misurata, y en El Rojban, en el noroeste.

Respecto a los ataques anteriores en que murieron unos 40 civiles en Trípoli y una decena más en Sirte, la OTAN dijo que también investiga esos casos, pero que ocurrieron a principios de semana, cuando aún no tomaba el mando.

Estados Unidos, que encabezó los mayores bombardeos al desatar la guerra el pasado 19 de marzo, ahora quiere limitarse a tener un papel de apoyo. En esta perspectiva, el Pentágono anunció que este fin de semana comenzará a retirar sus aviones de combate y sus misiles Tomahawks con que estuvo atacando Libia desde el Mediterráneo, apoyado desde bases militares en países europeos.

En tanto, cientos de pacifistas se manifestaron en Roma y otras ciudades italianas en repudio a la guerra lanzada por Estados Unidos y Europa contra Libia. No existe una guerra humana, clamaron.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, rechazó las operaciones militares de la OTAN y su argumento de que su objetivo es deponer a Kadafi. Apuntó que no se pueden aceptar estas cosas, pues no existe una intervención militar pacífica.