La sede puede resistir un sismo superior al de 1985: el constructor
Sábado 30 de abril de 2011, p. 11
Los coordinadores senatoriales de PRD y PT, Carlos Navarrete y Ricardo Monreal, advirtieron que deben indagarse a fondo las versiones sobre irregularidades y presunta corrupción en la compra del terreno en que se edificó la nueva sede del Senado, que se localiza en Paseo de la Reforma e Insurgentes.
Ambos coincidieron en que son graves los señalamientos de una ex empleada de esa cámara sobre la presunta participación de Diego Fernández de Cevallos y Enrique Jackson en un sobreprecio en el costo de la operación por la que se adquirió el cotizado predio, por lo que es urgente investigarlo.
Monreal demandó incluso ante el pleno que se lleve a cabo una auditoría en torno al costoso conjunto arquitectónico.
El presidente del Fideicomiso para la Construcción y Equipamiento de la nueva sede, el priísta Fernando Castro Trenti, evadió el tema y envió a los representantes de la constructora a desmentir que el edificio no sea seguro. El arquitecto Óscar Gosenheim calificó de ridículos
los señalamientos de que el inmueble está en riesgo de derrumbarse.
Insistió en que se trata de un edificio seguro, estable, con una estructura adecuada, perfectamente soportada y con todas las previsiones técnicas necesarias; que tiene la garantía de una institución del prestigio de la UNAM, de los mejores despachos de México y reconocimiento internacional. Sostuvo que puede resistir un sismo superior al de 1985
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Gosenheim recalcó que si algún día se presentara un sismo catastrófico
el edificio de Reforma e Insurgentes sería de las únicas estructuras que quedarían en pie
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