Guadalajara, Jal., 13 de mayo. En las sociedades actuales hay un feminismo exacerbado que hizo a muchas mujeres desentenderse de la maternidad al considerarla una tradición ya superada, y despreciar las tareas hogareñas que son fundamento de la familia, tanto como a sus maridos en particular y a los hombres en general, advirtió el cardenal Juan Sandoval Íñiguez en su columna de El Semanario, órgano difusor del arzobispado de Guadalajara.

Por ejemplo –argumenta– da tristeza ver películas hechas con criterios puramente mercantiles, protagonizadas por heroínas que tienen poder y mando para matar, herir y pelear, siendo golpeadas al igual que los hombres. Pero independientemente de si son combativas policías o militares, tanto en la ficción como en la vida real, están fuera del papel que por naturaleza exige su misión en este mundo.

En su artículo Feminismo auténtico, el prelado critica el reparto de anticonceptivos a las adolescentes por entregarlas a la corrupción, al sexo extramarital y al aborto o microaborto, que son pecados y dañan sus organismos, haciendo que si contraen matrimonio algún día, no lleguen con el corazón íntegro ni amen a sus esposos, además de no experimentar el goce de la maternidad, que conlleva inculcar a sus hijos los principios y virtudes necesarios para que no decline la sociedad.