Santiago, 17 de mayo. Acorralado por las crecientes manifestaciones y el repudio generalizado por la violenta represión policial a las protestas populares, el gobierno del presidente chileno, el derechista Sebastián Piñera, decidió suspender el uso de gas lacrimógeno, método que se emplea desde la época de la dictadura de Augusto Pinochet.

El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, hizo este martes el anuncio de la suspensión del uso de este gas de los Carabineros para disolver manifestaciones, luego de que un estudio advirtió que podría tener efectos nocivos para la salud, especialmente de cáracter abortivo.

Nos parece que es razonable suspender el uso de esos gases lacrimógenos hasta que nuevos informes médicos nos permitan disipar más allá de cualquier duda la procedencia del empleo de esos gases para enfrentar situaciones de desorden público o vandalismo, dijo el ministro.

Las persona afectadas se quejan de irritaciones en los ojos que los ciegan por horas, alergias y salpullidos. Tales gases usados por Carabineros son fabricados exclusivamente para su uso en Chile, estando prohibidos en Estados Unidos e Israel –países que los fabrican–, así como en la mayoría de los países del mundo, algo que el gobierno niega.