Moscú, 17 de mayo. Mientras la Unión Europea (UE) sopesa aplicar sanciones económicas al régimen de Aleksandr Lukashenko en Bielorrusia, como forma de presión por violar los derechos humanos, Rusia está dispuesta a darle un crédito por 6 mil millones de dólares para estabilizar su devaluada moneda.

Con Bielorrusia en medio de Europa y Rusia, cada cual hace el juego que más le conviene. El presidente bielorruso, quien hizo el anuncio en Minsk, da por hecho la llegada del salvador dinero ruso.

El Kremlin, volcado en los preparativos de la visita del premier Vladimir Putin a Bielorrusia, guarda un prudente silencio.

Solo falta por resolver si Bielorrusia cede finalmente y acepta la condición fijada por el gobierno de Moscú para soltar el dinero.

No es otra que satisfacer el anhelo ruso de hacerse con el paquete de control de Beltransgaz, cuyo 50 por ciento ya adquirió el consorcio ruso Gazprom entre 2007 y 2010, importante para los suministros del gas natural ruso a Europa.

El vicepremier y titular de Finanzas, Aleksei Kudrin, dijo la semana pasada que Rusia no está en condiciones de ofrecer un crédito a Bielorrusia, pero existe la posibilidad de prestarle, anualmente hasta 2013, mil millones del fondo anticrisis de la Comunidad Económica Euroasiática (Rusia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán).

Lukashenko, en cambio, aseguró hoy que Rusia está dispuesta a dar esos 3 mil millones y otros 3 mil en forma de línea de crédito para pagar los productos bielorrusos que importa, aunque aún se requiere concretar dichos acuerdos con las respectivas firmas de los jefes de sus gobiernos.

Entretanto, Bruselas estudia la lista de personas y empresas bielorrusas que podrían ser blanco de las sanciones de la UE, para causar daño al presupuesto del presidente Lukashenko, sin provocar una crisis en la frágil economía de Bielorrusia, según EUobserver.

Esta ronda de sanciones, la tercera desde la represión de las protestas por los resultados de los comicios presidenciales del 19 de diciembre, “difícilmente afectará la fortuna personal del presidente, que según se dice se encuentra a buen resguardo en bancos de Rusia y Ucrania, en empresas de la industria pesquera y de bienes raíces, así como en cuentas off-shore rusas y al menos en un país de la UE”, concluye el portal noticioso.